Leonardo ahora es soldado de la vida

Causó baja del Ejército y un Capitán le robó su liquidación. Se volvió ambulante, pero mantiene la disciplina a sus 74 años

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Leonardo Nieto, de 74 años, lucha como un soldado para ganarse la vida. Su disciplina y tesón son sus armas para salir adelante. 

Ex soldado del Ejército mexicano -institución a la que sirvió durante 18 años-, se vio obligado a tomar el oficio de vendedor ambulante de frutas por las calles de la ciudad, cuando se dio de baja del 77 Batallón de Infantería. 

A bordo de su triciclo, Leonardo Nieto se traslada con sus productos desde la colonia Emilio Caballero hasta el centro de Victoria, para montar el puesto ambulante que atiende desde hace cinco años. 

En la calles 17 y Matamoros el puesto ambulante, hecho de huacales del Mercado, llama la atención de los automovilistas por el colorido y el olor a frutas de temporada. Pocos se resisten a la tentación de comprarle a Leonardo. 

Leonardo ahora es soldado de la vida
Ciruelas, mangos, pemoles, nueces, todo es producto regional
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Aún conserva su espíritu patriota y vende los productos de la región como la miel de abeja, los aguacates, los limones, los mangos.

"Los limones son de Llera, las nueces de Jaumave, los pemoles también, las ciruelas son victorenses, todo es de la mejor calidad, las fresas las traen de Irapuato", comenta. 

Más de 20 años en el comercio ambulante respaldan a Leonardo, que antes recorría las calles para vender sus productos, pero después de una cirugía mal practicada en la próstata, se quedó a vender en este sitio del 17 Matamoros.

"La edad ya no me permite andar como antes, aún así trabajo de lunes a sábado. Vengo manejando mi triciclo desde la colonia  y eso requiere de mucho ejercicio. Desde que me operaron de la próstata y quedé mal, ya nada fue igual, aún así no me deprimo". 

Nunca olvidará Leonardo cómo se convirtió en vendedor ambulante, después de servir al Ejército:

"Un Capitán de apellido Zúñiga, que era el pagador del 77 batallón en 1988, falsifica mi firma y se queda con el dinero de mi liquidación, que en ese entonces eran 12 millones de pesos o 12 mil pesos de los de ahora", acusa. 

Con el trabajo de comerciante educó a cuatro hijos, dos aún solteros, todos hombres de bien. 

"Mi esposa también vende, uno de mis hijos vende trolelotes, otro es trailero. Estoy orgulloso de haber educado a mis hijos en el trabajo honesto", expresa. 

Si va a comprar frutas cómprele a Leonardo, consuma lo regional de primerísima calidad.