10 mentiras que nunca debes decirle a tu médico

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Los médicos tienen esta “manía” por preguntarte todo de todo, muchas veces dejándonos en situaciones incómodas e incluso cohibiéndonos. Así que mentimos, y mucho. Aquí están las 10 mentiras típicas que le decimos a nuestro médico y que pueden ser realmente perjudiciales para nuestra salud.



1.- Claro, me estoy tomando el medicamento justo como me indicó



Puede ser difícil comenzar una nueva rutina a la que no estás acostumbrado, en especial si se trata de tomar medicamentos. Pero mentir con esto puede llevar a mal informar al doctor, que piense que la medicina no funciona o ajustando a dosis innecesarias que causen efectos adversos.



2.- No estoy tomando nada más



Omitir medicamentos prescritos o hasta suplementos puede tener efectos desastrosos en nuestra salud. La interacción entre los productos puede contrarrestar o potenciar (para mal) los efectos de cualquier medicamento.



3.- No he ingerido ningún alimento



Ingerir alimentos puede variar los resultados de muchos análisis y estudios, y ni hablar de mentir en este punto antes de una cirugía. Después de la anestesia el paciente podría regurgitar cualquier alimento desde el estómago hasta la boca, llevando la comida de la traquea a los pulmones y causando una posterior inflamación y posible neumonía.



4.- No bebo tanto alcohol



Una mentira tan común que solo causa retraso en el diagnostico y tratamiento. El exceso de alcohol causa problemas en la presión sanguínea, alteraciones en los resultados de análisis y problemas digestivos. Si le mientes a tu doctor con este punto, difícilmente encontrará la causa de tus problemas sin antes pasar por tratamientos que no van a funcionar.

5.- ¿Fumador, yo? Para nada



El 13% de los fumadores ocultan este hábito a sus médicos. Prejuicios aparte, tu doctor podría recomendarte evaluaciones y chequeos con la finalidad de encontrar problemas causados por fumar antes de que sea muy tarde, como pueden ser el cáncer, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y problemas cardíacos.



6.- Drogas jamás, estoy limpio



Si mentimos con el cigarro, más aún con las drogas. Obviamente es incómodo compartir esto con tu médico, pero consumir drogas puede impedir por completo un diagnóstico correcto. También interfieren con los medicamentos y es particularmente importante mencionar el consumo en una emergencia médica. Por ejemplo, la cocaína puede interactuar con los medicamentos que se usan para atender ataques cardíacos, empeorar el cuadro y hasta causar la muerte.



7.- Me ejercito regularmente y me alimento de manera saludable



Niveles alto de colesterol, glucosa en la sangre y presión arterial no son precisamente los resultados de buenos hábitos, así que no le mientas a tu doctor que muy probablemente sabe la verdad y es mejor que te de recomendaciones para llevar una vida más saludable y quizá te pueda dar cita con un nutriólogo.



8.- Casi no tomo medicinas para el dolor



El paracetamol o acetaminofén es un fármaco con propiedades analgésicas que la mayoría consume sin cuidado alguno. La mala administración de este medicamento tan popular puede llevar a intoxicaciones y serios problemas con tu hígado, que tras una sobrecarga puede llegar a fallar.



9.- No me duele



Puede que solo sean tus esperanzas porque el doctor no detecte nada malo, o simplemente quieres verte como alguien muy fuerte, pero mentir podría ponerte en riesgo y retrasar tu curación. Una detección temprana de problemas que llevarían a una degradación podría marcar la diferencia entre la necesidad de usar un reemplazo de cadera y hasta salvarte de una artería bloqueada.



10.- Entendido, todo quedo claro



Entre un 40% y un 80% de la información que nos da el médico se olvida inmediatamente, y mucho de lo que recordamos lo recordamos mal. Consigue información escrita que puedas leer en cualquier momento que lo necesites o cuando tengas un momento de calma, también deberías planear bien tus preguntas antes de acudir al doctor. Entender de manera correcta las indicaciones de nuestros médicos es el primer paso para una pronta recuperación.



Información de Gizmodo y Conéctica