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Menos de 30 días hicieron falta para retratar la verdadera condición de Oscar Almaraz Smer, que no es otra que la del priista de caricatura, ese que todos lo moneros utilizan para mostrar a los peores vicios del PRI.
Y es que Almaraz entiende la política como aquel concepto anacrónico de ejercer el poder como los líderes charros.
Pero no hay que echarle toda la culpa, Almaraz creció entre ellos desde la época que conducía su bochito rojo para llegar a presidencia a limpiarle las botas a Pascual Ruíz García.
Por eso su máxima aspiración es ejercer el poder como su patrón Eugenio Hernández, o los Moreira, los Duarte, los Borge, los Herrera, los Montiel, los Madrazo, los Murat.
Ellos son sus héroes, los dinosaurios del PRI.
Como líder charro, Almaraz entiende que un político pobre es un pobre político, pero él está podrido de cuentas bancarias en paraísos fiscales que solo salen en las películas de espías.
La mansión de 20 millones de pesos que tiene en el norte de la ciudad es de risa cuando se compara con el resto de sus propiedades fuera del estado y el país.
O a poco cree que su dinero lo tiene abajo del colchón.
Claro que lo puso a trabajar, pero de la única forma que sabe: con más corrupción, compadrazgo e ilegalidad.
Pero si hay algo que le interesa a Almaraz más que el dinero, eso es el poder.
Es lo que extraña, lo que añora. Es la droga que le hace falta.
Sin embargo, su gran problema es que no entiende que la gente está harta de todo lo que Oscar Almaraz representa.
Para las mujeres y jóvenes de Victoria y de Tamaulipas, Oscar Almaraz es una vuelta al pasado.
Es una animal de museo, un dinosaurio político que debería estar extinto. Y sin embargo la corrupción y la impunidad lo mantienen vivito y coleando en la alcaldía de Victoria.
Cómo se explica que apenas llegar ya había entregado contratos públicos a sus amigos, socios y prestanombres.
Sólo basta echar un vistazo a las placas de los vehículos de carga para darse cuenta del esquema de corrupción que opera el lacayo financiero del clan Hernández Flores.
Y eso apenas con un solo contrato de adjudicación directa.
Todavía está el resto de los concursos simulados que presumen en el Ayuntamiento.
Porque la campaña no se pagó sola, mucho menos con dinero del Estado o de Eugenio Hernández.
Si Almaraz pudo ganar la elección de la capital fue por la impresionante cantidad de dinero que utilizó para comprar el voto de los electores. Eso y la oposición corrupta a la que se enfrentó.
Así que el alcaldito no solo busca recuperar lo invertido, si no además ir haciendo su ahorro, primero para su reelección, después para seguir su campaña loca a la gubernatura.
Por eso necesita a su compadre en la COMAPA, la gran caja “chica” de la que están acostumbrados a robar.
Por eso su urgencia de tapar baches, y si llueve mejor, para volverlos a tapar. Dinero fácil.
Ahí tiene la negociación con el Sindicato del Ayuntamiento, que como no pudo comprarlo, ahora busca dividirlo con nuevas elecciones, para qué, para poder quitarle sus prestaciones.
Almaraz necesitará todo el dinero que pueda, no importa que sea a costa de las conquistas laborales del sector obrero más maltratado y abusado de la capital, porque de su bolsa tenga por seguro que no va salir para andar en campaña.
Para lo único que los trabajadores públicos le sirven al alcaldito es para que salgan en la foto.
Porque hasta eso, tiene que presumir el trabajo ajeno por el propio. Gana doble, se roba el dinero y además hace campaña.
Ver a Almaraz es como ver un programa de Odisea Burbujas en una sola persona: Pistachón Zig Zag, Patas Verdes, Mimoso, Mafafa y hasta el Ecoloco.
Y es que si con los primeros comparte el físico, con el último la misión de volver a Victoria un basurero. 15 días le bastaron para cumplir con ese objetivo.
Almaraz presume ser un experto en las campañas de tierra, pero con 20 días de evidencia, el alumno más aventajado del ‘Pipo’ reprueba con un rotundo cero.
No se diga de las de aire, que lo proyectan como una caricatura de esas de las viejas que usan como relleno y que ni los más pequeños quieren ver.
Y para colmo, como si estuviera en una carrera por autodestruirse, Almaraz manda manifestaciones pagadas en contra del Gobernador del Estado Francisco García Cabeza de Vaca.
Que no solo están fuera de lugar, si no que además las usa para lanzar insultos personales.
Cómo explica usted que ese mismo grupo de manifestantes apareciera minutos después en la alcaldía para lanzarle porras, vivas y vitores.
Le agradecían su apoyo. ¿Cuál apoyo? Su exigencia era con ITAVU, nada que pudiera solucionar el alcaldito.
Esos son los errores de Almaraz, que para colmo sigue atacando a este medio informativo, intentado coartar la libertad de expresión y su derecho a mantenerse informado.
Y es que Oscar Almaraz y su equipo de hampones buscan tapar el sol con un dedo atacando nuestras plataformas digitales como la página web y nuestras redes sociales.
Alcalde, el sol no se puede tapar con un dedo y el que lo intenta se abrasa.
No le podemos explicar al señor todo lo que nos han beneficiado sus intentos por silenciarnos, primero por falta de espacio y segundo porque no lo entendería.
Nuestra edición impresa se vende como pan caliente.
Así es Oscar, los victorenses y los tamaulipecos están enterados de la corrupción en la que tienes sumida a la capital del estado.
Por si fuera poco, este mes tendremos el mayor número de visitas en todo lo que va del año en nuestro portal electrónico, gracias a las notas que el alcaldito ha dado de forma voluntaria e involuntaria.
Así que desde este espacio, nuestro más sincero agradecimiento por hacer más fácil nuestro trabajo, que no es otro que informar a la ciudadanía.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) Como gobernador, su patrón Hernández Flores también intentó desaparecer este medio informativo.
Hoy la historia nos da la razón, Eugenio es un prófugo de la justicia, un impresentable, podrido en el dinero que le robó a los tamaulipecos, sin poder salir del país por tener órdenes de aprehensión en su contra.
Y con Almaraz también nos la dará, no va a tardar mucho.
Y es que Almaraz entiende la política como aquel concepto anacrónico de ejercer el poder como los líderes charros.
Pero no hay que echarle toda la culpa, Almaraz creció entre ellos desde la época que conducía su bochito rojo para llegar a presidencia a limpiarle las botas a Pascual Ruíz García.
Por eso su máxima aspiración es ejercer el poder como su patrón Eugenio Hernández, o los Moreira, los Duarte, los Borge, los Herrera, los Montiel, los Madrazo, los Murat.
Ellos son sus héroes, los dinosaurios del PRI.
Como líder charro, Almaraz entiende que un político pobre es un pobre político, pero él está podrido de cuentas bancarias en paraísos fiscales que solo salen en las películas de espías.
La mansión de 20 millones de pesos que tiene en el norte de la ciudad es de risa cuando se compara con el resto de sus propiedades fuera del estado y el país.
O a poco cree que su dinero lo tiene abajo del colchón.
Claro que lo puso a trabajar, pero de la única forma que sabe: con más corrupción, compadrazgo e ilegalidad.
Pero si hay algo que le interesa a Almaraz más que el dinero, eso es el poder.
Es lo que extraña, lo que añora. Es la droga que le hace falta.
Sin embargo, su gran problema es que no entiende que la gente está harta de todo lo que Oscar Almaraz representa.
Para las mujeres y jóvenes de Victoria y de Tamaulipas, Oscar Almaraz es una vuelta al pasado.
Es una animal de museo, un dinosaurio político que debería estar extinto. Y sin embargo la corrupción y la impunidad lo mantienen vivito y coleando en la alcaldía de Victoria.
Cómo se explica que apenas llegar ya había entregado contratos públicos a sus amigos, socios y prestanombres.
Sólo basta echar un vistazo a las placas de los vehículos de carga para darse cuenta del esquema de corrupción que opera el lacayo financiero del clan Hernández Flores.
Y eso apenas con un solo contrato de adjudicación directa.
Todavía está el resto de los concursos simulados que presumen en el Ayuntamiento.
Porque la campaña no se pagó sola, mucho menos con dinero del Estado o de Eugenio Hernández.
Si Almaraz pudo ganar la elección de la capital fue por la impresionante cantidad de dinero que utilizó para comprar el voto de los electores. Eso y la oposición corrupta a la que se enfrentó.
Así que el alcaldito no solo busca recuperar lo invertido, si no además ir haciendo su ahorro, primero para su reelección, después para seguir su campaña loca a la gubernatura.
Por eso necesita a su compadre en la COMAPA, la gran caja “chica” de la que están acostumbrados a robar.
Por eso su urgencia de tapar baches, y si llueve mejor, para volverlos a tapar. Dinero fácil.
Ahí tiene la negociación con el Sindicato del Ayuntamiento, que como no pudo comprarlo, ahora busca dividirlo con nuevas elecciones, para qué, para poder quitarle sus prestaciones.
Almaraz necesitará todo el dinero que pueda, no importa que sea a costa de las conquistas laborales del sector obrero más maltratado y abusado de la capital, porque de su bolsa tenga por seguro que no va salir para andar en campaña.
Para lo único que los trabajadores públicos le sirven al alcaldito es para que salgan en la foto.
Porque hasta eso, tiene que presumir el trabajo ajeno por el propio. Gana doble, se roba el dinero y además hace campaña.
Ver a Almaraz es como ver un programa de Odisea Burbujas en una sola persona: Pistachón Zig Zag, Patas Verdes, Mimoso, Mafafa y hasta el Ecoloco.
Y es que si con los primeros comparte el físico, con el último la misión de volver a Victoria un basurero. 15 días le bastaron para cumplir con ese objetivo.
Almaraz presume ser un experto en las campañas de tierra, pero con 20 días de evidencia, el alumno más aventajado del ‘Pipo’ reprueba con un rotundo cero.
No se diga de las de aire, que lo proyectan como una caricatura de esas de las viejas que usan como relleno y que ni los más pequeños quieren ver.
Y para colmo, como si estuviera en una carrera por autodestruirse, Almaraz manda manifestaciones pagadas en contra del Gobernador del Estado Francisco García Cabeza de Vaca.
Que no solo están fuera de lugar, si no que además las usa para lanzar insultos personales.
Cómo explica usted que ese mismo grupo de manifestantes apareciera minutos después en la alcaldía para lanzarle porras, vivas y vitores.
Le agradecían su apoyo. ¿Cuál apoyo? Su exigencia era con ITAVU, nada que pudiera solucionar el alcaldito.
Esos son los errores de Almaraz, que para colmo sigue atacando a este medio informativo, intentado coartar la libertad de expresión y su derecho a mantenerse informado.
Y es que Oscar Almaraz y su equipo de hampones buscan tapar el sol con un dedo atacando nuestras plataformas digitales como la página web y nuestras redes sociales.
Alcalde, el sol no se puede tapar con un dedo y el que lo intenta se abrasa.
No le podemos explicar al señor todo lo que nos han beneficiado sus intentos por silenciarnos, primero por falta de espacio y segundo porque no lo entendería.
Nuestra edición impresa se vende como pan caliente.
Así es Oscar, los victorenses y los tamaulipecos están enterados de la corrupción en la que tienes sumida a la capital del estado.
Por si fuera poco, este mes tendremos el mayor número de visitas en todo lo que va del año en nuestro portal electrónico, gracias a las notas que el alcaldito ha dado de forma voluntaria e involuntaria.
Así que desde este espacio, nuestro más sincero agradecimiento por hacer más fácil nuestro trabajo, que no es otro que informar a la ciudadanía.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) Como gobernador, su patrón Hernández Flores también intentó desaparecer este medio informativo.
Hoy la historia nos da la razón, Eugenio es un prófugo de la justicia, un impresentable, podrido en el dinero que le robó a los tamaulipecos, sin poder salir del país por tener órdenes de aprehensión en su contra.
Y con Almaraz también nos la dará, no va a tardar mucho.