Los camotes de Puebla en Tamaulipas

La guerra interna que se vive en el PAN nacional, a raíz de los señalamientos en contra de su dirigente, Ricardo Anaya, ha prendido los focos de alerta entre su militancia y sus grupos políticos, quienes temen que todo lo ganado en este año se tire por la borda tras una disputa mediática.



Hoy más que nunca retumban las palabras de Luis H. Álvarez entre los panistas: “Nunca nos derrotó la derrota, que nos derrote ahora la victoria”.



Y es que el feudo entre los Calderon y el propio Anaya amenaza precisamente con eso, deshacer el avance que Acción Nacional logró en las urnas este 2016.



Sobre todo si este fuego amigo y estas vendettas internas son incitadas por los propios priistas, quienes tras autodestruirse, ahora buscan acabar con el rival más débil, aprovechando las ambiciones y diferencias de la cúpula panista.



¿Tiene duda de que la mano tricolor está detrás de esto?



Basta recordar el tema nacional que estaba de moda antes de que los viajes de Anaya a los Estados Unidos se filtraran a los medios.



¿Ya hizo memoria?



Así es, la orden de aprehensión contra Javier Duarte, ex gobernador y ex priista que se encuentra prófugo de la justicia a raíz del desfalco millonario en el que se encuentra Veracruz, y que tanto daño le ha hecho al PRI y a Peña Nieto.



¿Le parece poco?



Que tal el reconocimiento a puerta cerrada que Enrique Peña Nieto le entregó de manos a Felipe Calderón en el ITAM el 1 de noviembre, curiosamente Día de Muertos y de asueto, por su contribución “al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera.”



En política no hay coincidencias.



La alianza EPN-Calderón no debería extrañar a nadie.



Desde que Felipe Calderón abandonó a Josefina en plena campaña presidencial, las negociaciones abajo de la mesa estaban claras. Así lo hizo Calderón para llegar al poder, y así lo hizo para dejarlo.



Hoy, sin embargo, el problema de FCH es creer que Peña Nieto o su partido, le entregarán sin más la silla presidencial para que la ocupe su esposa.



Y es que del dicho al hecho, los priistas gobernaron por más de 70 años ininterrumpidos y ejercieron el poder absoluto, convirtiendo a su partido en una extensión del gobierno.



El mayor error del PAN al ejercer el poder es no saber negociar, y de eso hay numerosos ejemplos, Vicente Fox y Felipe Calderón para no ir más hondo.



Ambos ex presidentes fueron incapaces de impulsar las reformas estructurales que desde entonces el país necesitaba.



Mismas reformas que Peña Nieto logró aprobar en un lapso de año y medio tras llegar al poder, y con el respaldo de todas las fuerzas políticas.



Los panistas conocen su falla, y sin embargo prefieren un mal pleito a un mal arreglo, aunque terminen perdiendo.



Ahí tiene a los Calderón y Ricardo Anaya, quienes sin proponérselo le vuelven a dar oxígeno al dinosaurio priista.



Pero entre toda esta guerra de boronas, hay un panista que aprovecha el camino libre y sigue avanzando, sin encontrar quien lo pare, ni siquiera el INE.



Se trata del todavía gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, autonombrado presidenciable y en plena campaña de su pre candidatura por todo el territorio nacional.



Y es que si Calderón y Anaya buscan llegar a la boleta desde el control del partido, Moreno Valle lo hará desde el lado de los gobernadores blanquiazules, es decir, desde el lado de los recursos.



Así que el mandatario poblano aprovecha cualquier pretexto para viajar al interior del país y recibir el apoyo a su candidatura, especialmente en los territorios panistas, que tras el 5 de junio se han multiplicado y en muchos casos gracias a su ayuda.



Por lo que su visita a Tamaulipas no debería de extrañar.



Moreno Valle forjó una excelente relación con Egidio Torre Cantú, y una de las pruebas es que el gobernador de Puebla nunca faltó a los informes de su entonces colega priista.



Por eso ahora que el PAN también gobierna Tamaulipas, es natural que esa relación que se inició en el sexenio anterior entre los gobiernos de Puebla y el de nuestro estado, se siga nutriendo con Cabeza de Vaca como gobernador.



Así que el próximo jueves 10, cuando empiece la Feria Tamaulipas 2016, Moreno Valle estará acompañando al mandatario estatal en la inauguración de las festividades, pues el estado de Puebla es el invitado en esta ocasión.



Y mientras eso pase, los Calderón y Anaya seguirán dándose con la cubeta en horario estelar o hasta donde guste patrocinarlos la oficina de gobernación en Los Pinos.



Misma oficina que oportunamente filtra las encuestas rumbo al 2018 en donde el hidalguense Osorio Chong encabeza las preferencias.



Recuerde, nada es casualidad; ni los viajes, ni las encuestas, ni los camotes de Puebla en Tamaulipas.



Pues eso.



Es bueno saberlo: 1) El asunto de las becas para ‘juniors’ y ‘mirreyes’ otorgados en la administración de Egidio Torre promete dar para más.



Y es que ha trascendido que las famosas becas naranjas, prerrogativa discrecional del entonces gobernador, se otorgaron a tres jovencitas por un monto de 65 mil dólares a cada una, para que pudieran estudiar en el exclusivo colegio privado para damitas Overbrook Academy, que se encuentra ubicado en Rhode Island, en los Estados Unidos.



Lo escandaloso no solo sería la exhorbitante cantidad que recibieron las aplicadas alumnas, si no que dichas becas no pueden ser utilizadas en colegios que no tienen el reconocimiento académico en nuestro país.



Quiere saber el nombre de las beneficiarias, échese un clavado en Facebook, y busque entre las hijas de los ex funcionarios del sexenio anterior. No se deberá de tardar mucho.



2) Adivine que funcionario anda loco de contento por la visita de Moreno Valle a Tamaulipas, y es que el miembro del gabinete de Cabeza de Vaca no pierde oportunidad de presumir que su posición es gracias al padrinazgo del gobernador de Puebla, hasta el punto de nombrarlo su “camotón”.