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En el límite del plazo Constitucional y legal, este 31 de enero rindió su informe anual correspondiente al 2016, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas (Codhet), José Martín García Martínez.
Lo hizo ante diputados locales y ante el Secretario General de Gobierno, en atención al mandato que le impone la obligación de entregar el documento a los representantes de los Poderes Legislativo y Ejecutivo.
La ocasión es propicia para preguntarnos: ¿ejerce realmente la Codhet su papel de defensor de los derechos humanos de los tamaulipecos?, ¿confían los ciudadanos en el organismo?
La verdad, ni una cosa ni otra. Desde siempre hemos expresado nuestro convencimiento de que, igual que en la mayor parte de los Estados del país, las Comisiones locales de Derechos Humanos son simples instrumentos de simulación de la defensa de los derechos fundamentales.
Carecen de libertad o autonomía para actuar realmente como lo que se supone que son: defensores de los ciudadanos frente a los abusos de los servidores públicos.
Así ha sido, por dos simples y sencillas razones: una, porque la Codhet es un organismo que depende presupuestalmente del Gobierno del Estado, y dos, porque aunque formalmente su titular es electo por consulta pública, en realidad es el Jefe del Ejecutivo el que decide en quien recae el nombramiento.
El procedimiento de designación del titular de la Codhet, como sucede con los Magistrados, Consejeros Electorales y Comisionados del ITAIT, es, literal, una faramalla.
En atención a ello, preguntémonos: ¿Cómo puede la
Codhet y su titular tener autonomía de acción si el presupuesto lo recibe del Gobierno y a su titular también lo pone el Gobernador?
Sencillamente no puede porque el que paga manda. ¿O no?
Luego entonces, bajo esas condiciones la Codhet está muy lejos de ser una auténtica defensora de los derechos humanos de los tamaulipecos, y en consecuencia resulta difícil, por no decir imposible, que los ciudadanos confíen en ella.
Debo insistir en que para ser un auténtico defensor de derechos humanos se requiere libertad de acción.
Si el presidente de la Codhet no va a alzar la voz en defensa de sus representados por temor a que lo despidan o que le “jalen las orejas”, entonces estará atado de manos para cumplir con su mandato.
EL RESTO
La alcaldesa de Reynosa Maki Esther Ortiz Domínguez, se reunirá el siete de febrero con los presidentes de las Comisiones legislativas de Gobernación; Justicia y Puntos Constitucionales.
La razón del encuentro es aclarar el diferendo que trae con algunos de sus regidores y el primer síndico.
Sin embargo, todo indica que el asunto ya quedó zanjado por lo que la reunión con los diputados será el epilogo del conflicto.
ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com
Lo hizo ante diputados locales y ante el Secretario General de Gobierno, en atención al mandato que le impone la obligación de entregar el documento a los representantes de los Poderes Legislativo y Ejecutivo.
La ocasión es propicia para preguntarnos: ¿ejerce realmente la Codhet su papel de defensor de los derechos humanos de los tamaulipecos?, ¿confían los ciudadanos en el organismo?
La verdad, ni una cosa ni otra. Desde siempre hemos expresado nuestro convencimiento de que, igual que en la mayor parte de los Estados del país, las Comisiones locales de Derechos Humanos son simples instrumentos de simulación de la defensa de los derechos fundamentales.
Carecen de libertad o autonomía para actuar realmente como lo que se supone que son: defensores de los ciudadanos frente a los abusos de los servidores públicos.
Así ha sido, por dos simples y sencillas razones: una, porque la Codhet es un organismo que depende presupuestalmente del Gobierno del Estado, y dos, porque aunque formalmente su titular es electo por consulta pública, en realidad es el Jefe del Ejecutivo el que decide en quien recae el nombramiento.
El procedimiento de designación del titular de la Codhet, como sucede con los Magistrados, Consejeros Electorales y Comisionados del ITAIT, es, literal, una faramalla.
En atención a ello, preguntémonos: ¿Cómo puede la
Codhet y su titular tener autonomía de acción si el presupuesto lo recibe del Gobierno y a su titular también lo pone el Gobernador?
Sencillamente no puede porque el que paga manda. ¿O no?
Luego entonces, bajo esas condiciones la Codhet está muy lejos de ser una auténtica defensora de los derechos humanos de los tamaulipecos, y en consecuencia resulta difícil, por no decir imposible, que los ciudadanos confíen en ella.
Debo insistir en que para ser un auténtico defensor de derechos humanos se requiere libertad de acción.
Si el presidente de la Codhet no va a alzar la voz en defensa de sus representados por temor a que lo despidan o que le “jalen las orejas”, entonces estará atado de manos para cumplir con su mandato.
EL RESTO
La alcaldesa de Reynosa Maki Esther Ortiz Domínguez, se reunirá el siete de febrero con los presidentes de las Comisiones legislativas de Gobernación; Justicia y Puntos Constitucionales.
La razón del encuentro es aclarar el diferendo que trae con algunos de sus regidores y el primer síndico.
Sin embargo, todo indica que el asunto ya quedó zanjado por lo que la reunión con los diputados será el epilogo del conflicto.
ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com