Solución al 7 Hidalgo, deseo de muchos
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Uno de los deseos que pidieron algunos para el 2018 debió ser la solución del eterno problema de la Calle Siete entre Juárez e Hidalgo que hace difícil el tránsito de coches y peatones.
Y es que los mismos comerciantes ambulantes se quejan de los puestos de tacos y antojitos que en esa avenida invaden gran parte de la calle.
"Los puestos de tacos producen mucha basura, cuando llueve como ahora, nos echan el agua sucia a nosotros con la escoba, eso nos perjudica porque entonces la gente no quiere caminar por aquí, debido al peligro, porque pueden resbalarse y caer".
El problema salta a la vista: En uno de los puestos construyeron una banqueta, los asientos para clientes están por ambos lados, la falta al reglamento que ordena ocupar solo la superficie correspondiente al puesto o vehículo para venta es evidente.
Otros puestos han construido techos con estructuras de metal clavadas a la calle, arruinando el poco arreglo que se hizo el año pasado.
"Ya van como tres ocasiones que arreglan los del municipio, nomás llueve y vuelven a quedar los agujeros, los rellenan de chapapote y otro material, pero no funciona".
Por menos de 200 pesos mensuales, a los comerciantes de tacos se les da el permiso para vender en este sitio.
“Es más el daño que causan a la calle, que lo que pagan, nadie dice nada, pienso que el Alcalde debe solucionar ya esto, estamos trabajando entre la inmundicia y el peligro los que si nos apegamos al reglamento y respetamos los dos metros que se nos indican”, dijo una comerciante ambulante que se siente afectada.
Otra de las quejas de los que se sienten afectados pero tienen temor a represalias es el gran número de permisos que se dan a los vendedores foráneos, quienes a bordo de carretillas se instalan a la puerta de la tienda de autoservicio El Obrero.
"A nosotros no nos permiten eso, y ellos que trabajan para grandes comerciantes de la Ciudad de México sí pueden estar ahí porque dicen que tienen el permiso y están pagando por ello”.
Mientras el Ayuntamiento hace su negocio, las personas de la tercera edad, las mujeres con niños de la mano o en brazos, sufren para realizar sus compras de alimentos y llegar a la tienda o al mercado