Se jubila la tortuga Diego a los 100 años

La leyenda viva ayudó a que las tortugas de las islas Galápagos no murieran.
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Gracias a Diego, las tortugas de Galápagos se han salvado de la extinción, pero hoy, a sus 100 años de edad, es hora de regresar a casa y jubilarse.

Se cree que Diego, a quien llaman la tortuga más famosa del mundo, es el salvador de su especie, pues todo parece indicar que es el padre de unas 800 tortugas gigantes de su especie.

Su historia comienza en los 60, cuando un equipo de expertos ecuatorianos advirtió que en la isla Española quedaban solamente 14 ejemplares de la especie Chelonoidis hoodensis: 12 hembras y dos machos. A raíz de la noticia, se inició la búsqueda por todo el mundo para encontrar más ejemplares de esta especie y fue como encontraron a Diego en un zoológico de San Diego, a quien viajaron a la isla Santa Cruz.

A partir de la década de los 70, el gobierno inició un programa de cría en cautividad para tratar de que la especie no desapareciera. Antes de ser trasladados en barco hasta allí, Diego y las otras tortugas tuvieron que pasar por un período de cuarentena para evitar que transportaran semillas de plantas que no son nativas de la isla.

Gracias a la llegada y trabajo de Diego, hoy existen más de dos mil ejemplares en la isla. De hecho, la tortuga es padre del 40% de las tortugas gigantes: 800 especies para ser exactos.

Diego pesa 80 kilos de peso, 90 centímetros de longitud y hasta un metro y medio de envergadura en su máximo apogeo.