¿Cómo se contagia la viruela del mono?
La viruela del mono llegó a México; los contagios han ascendido a 257 casos y 120 sospechosos en diferentes países. Debido a que es una enfermedad endémica de algunas regiones de África, todavía no se tiene información más clara de cómo se ha extendido por otras regiones del mundo.
La información sobre la viruela del mono por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha salido a cuentagotas. Por eso aquí te hacemos un recuento de lo que ha dicho el organismo sobre cómo se contagia, qué tan grave es y su tratamiento.
¿Cómo se contagia la viruela del mono?
El virus se adquiere a través de contacto cercano con una persona que ya presenta estos síntomas. También se transmite por contacto directo con objetos, secreciones respiratorias o de madre a feto.
A diferencia de lo que vivimos con el covid-19, este virus requiere una prolongada exposición a gotículas cara a cara para que haya riesgo de contagio. Y, contrario a lo que se ha escuchado, no hay evidencia de que haya una transmisión por vía sexual.
El organismo detalló que el periodo infeccioso se da cuando aparecen las erupciones cutáneas y empieza la caída de costras, pero no está claro si las personas ya contagiadas y que no muestran síntomas o asintomáticas puedan transmitir el virus.
La sintomatología del virus incluye fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor muscular, falta de energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones en la piel llenas de pus que posteriormente forman costras y se caen.
¿Qué tan grave es la viruela del mono?
Este domingo la OMS clasificó a la viruela del mono como un “riesgo moderado” para la salud pública alrededor del mundo, ya que los casos se han esparcido principalmente en países que no son endémicos de la enfermedad.
La viruela del mono está catalogada como una enfermedad con síntomas leves, pero que puede llegar a complicarse en algunos grupos de personas, como niños pequeños, adultos mayores o personas con el sistema inmune comprometido, informó el organismo.
El riesgo principal es que el virus se convierta en un nuevo patógeno para los humanos y afecte a la población en riesgo de padecer enfermedades graves, como los grupos ya mencionados.
Anteriormente, especialistas de la OMS aseguraron que no existe evidencia científica suficiente para saber si es posible que se produzca una pandemia; sin embargo, no creen que así suceda.
Desde la aparición del primer caso, en los años setenta, la tasa de letalidad no ha sido mayor al 11% en la población general y en los últimos años se ha situado entre el 3% y el 6%.
Tratamientos disponibles
El tratamiento clínico para la viruela del mono implica el control de los síntomas, a fin de que no se compliquen y generen secuelas a largo plazo. Para ello es necesaria la ingesta de bastantes líquidos y de una dieta equilibrada que ofrezca un estado de nutrición adecuada.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó el uso del antiviral Tecovirimat para atender la viruela del simio, pero no hay una amplia disponibilidad para atender los casos a nivel mundial y este debe supervisarse meramente como parte de un contexto de investigación clínica.
La OMS también señala el tratamiento con Inmunoglobulina Vaccinia (VIG) para casos más graves, con el fin de evitar complicaciones.