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Se puede llorar de emoción al ver una película o de alegría porque estamos viviendo algo muy bonito, pero muchas veces lloramos por dolor, rabia, frustración o sensación de impotencia. Y cuando surge, lo hace con fuerza y es difícil de evitar, ya sea en nuestra casa o en lugares mucho menos íntimos. Es un llanto que dura bastante más que el de alegría o emoción y puede ser bastante más aparatoso.
Entonces llegan frases como: “no llores”, “ya estás llorando otra vez” o “llorando no arreglas nada”, y son típicas de un hombre a una mujer. Es fácil que los hombres se estresen, no sepan cómo reaccionar y hasta se molesten cuando ven a alguien llorar. La gestión de las emociones es diferente en función del género tanto por cuestiones sociales y de educación como por razones biológicas y más concretamente hormonales.
Las mujeres lloran más
Según un estudio realizado hace unos años en Alemania, hasta los 13 años no hay mucha diferencia entre lo que lloramos hombres y mujeres. Pero a partir de esa edad, la cosa cambia bastante, ya que las mujeres llegamos a llorar hasta cuatro veces más que los hombres. Y esto se debe a que cuando dejamos atrás la infancia se produce un ‘festival de hormonas’ que afecta de manera diferente a cada sexo.
Las principales responsables son la prolactina y la testosterona. La prolactina ayuda a producir lágrimas y las mujeres tienen un 60% más cantidad de esta hormona en el cuerpo. Además está muy relacionada con el centro emocional del cerebro, lo que hace que también dejen fluir más sus emociones tanto si son de alegría como si son de tristeza.
Por otro lado está la testosterona que se encuentra en bastante mayor porcentaje en el sector masculino. Se ha comprobado que los hombres que tienen bajos niveles de testosterona, tienen mucha más facilidad para llorar y se ha visto, por ejemplo, que cuando se les inhibe esta hormona por algún tratamiento, se vuelven más emocionales y sensibles.
Por qué a ellos les puede molestar
A algunos hombres les produce incomodidad ver llorar a su novia, madre, hermana e intentan que se acabe lo antes posible. Y esto se debe a su forma de procesar las emociones tanto al entender lo que está sintiendo la otra persona como para expresar lo que siente. Normalmente su mente está mucho más enfocada a la acción y eso les hace pensar que deberían poder hacer algo para evitar el sufrimiento de su ser querido, y al no conseguirlo se sienten culpables y se frustran. Pero cuando entienden que a veces simplemente una persona necesita llorar para desahogarse, se quitan esa presión de encima y lo llevan mucho mejor.
Entonces llegan frases como: “no llores”, “ya estás llorando otra vez” o “llorando no arreglas nada”, y son típicas de un hombre a una mujer. Es fácil que los hombres se estresen, no sepan cómo reaccionar y hasta se molesten cuando ven a alguien llorar. La gestión de las emociones es diferente en función del género tanto por cuestiones sociales y de educación como por razones biológicas y más concretamente hormonales.
Las mujeres lloran más
Según un estudio realizado hace unos años en Alemania, hasta los 13 años no hay mucha diferencia entre lo que lloramos hombres y mujeres. Pero a partir de esa edad, la cosa cambia bastante, ya que las mujeres llegamos a llorar hasta cuatro veces más que los hombres. Y esto se debe a que cuando dejamos atrás la infancia se produce un ‘festival de hormonas’ que afecta de manera diferente a cada sexo.
Las principales responsables son la prolactina y la testosterona. La prolactina ayuda a producir lágrimas y las mujeres tienen un 60% más cantidad de esta hormona en el cuerpo. Además está muy relacionada con el centro emocional del cerebro, lo que hace que también dejen fluir más sus emociones tanto si son de alegría como si son de tristeza.
Por otro lado está la testosterona que se encuentra en bastante mayor porcentaje en el sector masculino. Se ha comprobado que los hombres que tienen bajos niveles de testosterona, tienen mucha más facilidad para llorar y se ha visto, por ejemplo, que cuando se les inhibe esta hormona por algún tratamiento, se vuelven más emocionales y sensibles.
Por qué a ellos les puede molestar
A algunos hombres les produce incomodidad ver llorar a su novia, madre, hermana e intentan que se acabe lo antes posible. Y esto se debe a su forma de procesar las emociones tanto al entender lo que está sintiendo la otra persona como para expresar lo que siente. Normalmente su mente está mucho más enfocada a la acción y eso les hace pensar que deberían poder hacer algo para evitar el sufrimiento de su ser querido, y al no conseguirlo se sienten culpables y se frustran. Pero cuando entienden que a veces simplemente una persona necesita llorar para desahogarse, se quitan esa presión de encima y lo llevan mucho mejor.
Otra razón es cultural, ya que en nuestra sociedad está mucho más aceptado que una mujer llore, que lo haga un hombre porque si lo hace, en pocas palabras, se le considera débil. Así que desde pequeños se les enseña a que no lo hagan y a que repriman sus emociones. Si los hombres lloraran cuando lo necesitan, igual lo harían en menor cantidad que las mujeres, pero tendría una salida mucho más saludable para evacuar sus emociones y les chocaría menos el llanto ajeno.