La solución no está en quitar el Ascenso

El técnico de Correcaminos señala que no existe coherencia en las decisiones de la Liga
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La noticia sobre la desaparición del Ascenso MX para dar comienzo a una Liga de Desarrollo ha sacudido a los integrantes de la división de plata. Entre ellos está el técnico de Correcaminos, Roberto Hernández, quien explicó un poco la situación que se vive en el Ascenso y las razones por las que deberían realizar cambios a esta liga y no desaparecerla por completo.

¿Cuál es la diferencia entre dirigir en Primera división y en el Ascenso?
— Dirigir en el futbol es lo mismo, no importa la división, pero lo que cambia es la logística, ya que hay que estar al pendiente de los viajes, del descanso, la alimentación de los jugadores. Además es más complicado llegar a las plazas donde te toca jugar y por la distancia entre una y otra hay que ser metódico para llevar las cargas de trabajo adecuadamente.

¿Cómo ha vivido esta experiencia junto a jugadores que pertenecieron a Primera División?
—Son grandes profesionales, muy buenos seres humanos y sobretodo conscientes de que están en división de ascenso y se han adaptado bien porque es gente que tiene esa revancha y que busca regresar a Primera División.

¿Cuál es el motivo por el que la Liga de Ascenso no tiene la proyección suficiente?
—Una de las causas es la logística y la operación en los viajes es muy difícil. Por ejemplo, aquí en Ciudad Victoria no hay vuelos más que a la Ciudad de México, así que complica los traslados a cualquier plaza. Este tipo de cuestiones complican el mantenimiento de un equipo. Aquí en Correcaminos trabajamos bien, nos adaptamos a esta división pero es una pena lo que está sucediendo porque hay clubes que le dan toda la seriedad y respaldo a sus proyectos.

¿Qué hacía competitiva a la división de plata en México?
—  Tiene que pasar un año futbolístico para poder lograr un ascenso mientras que hay dos campeones, ya que sólo había un lugar en Primera y eso la hacía altamente competitiva, ya que tienes que ser campeón dos veces.

¿Qué tan factible es tener un futbol sin ascensos ni descensos?
— No es factible de ninguna forma. No es una buena idea ni es viable ya que le quitan competitividad a la Liga MX, le quitan atractivo, adrenalina, tradición, argumentos y otros elementos para restarle potencial. La solución no está en quitarla, está en modificarla, en solidificar una categoría en la que han pasado y se han fogueado infinidad de jugadores que hoy son figuras.

¿Cómo afectará al futbol mexicano la eliminación de la regla 20/11?
—  Es contradictoria la decisión. Quieren hacer que la división de Ascenso sea donde se formen jugadores y poner toda clase de condiciones, pero les quitan el único espacio que había en Primera para mostrarse. Yo pensaría al revés, buscar fomentar el desarrollo de los jóvenes abriendo las puertas en Liga MX por una razón, nada se parece a la Liga. Lo más cercano que había era el Ascenso, por la competitividad, por los viajes, porque te  encontrabas con viejos compañeros y con jugadores que tenían hambre por una oportunidad. La competencia es fuerte. Ojalá me equivoque pero ahora qué equipo apostará por poner jóvenes, si con la regla renegaban para alinearlos.

¿Considera que la regla debería mantenerse?
— Si, ahora hay muy pocos elementos que realmente se consolidaron de esa edad o que hoy en día pueden dar esa edad, por ejemplo, Roberto Alvarado, de Cruz Azul. Esto se debió a que los equipos lo veían como obligación y para no perder puntos al final de la competencia. Ahora con este cambio le das espacio en un lado, pero en donde importa les cierras las puertas.

¿Qué opina de las declaraciones de Enrique Bonilla acerca del talento de los futbolistas en el Ascenso?
— Es un comentario muy desafortunado, pero no llega de buena manera. Yo no sé si Enrique Bonilla ya está cansado de tantos cuestionamientos, de tantas opiniones en contra de la desaparición de la Liga y tomó una salida fácil, “si tienen la calidad van a estar, si no, no”, fue lo que quiso explicar. Además, qué podrán pensar los panameños sobre esta idea. Esto fue una reacción a la presión que hay en todos los medios.

¿Qué tanto salen afectados los cuerpos técnicos ante esta decisión?
— Todos los técnicos que están en el Ascenso también tenemos la ilusión de estar en Primera. Los que ya estuvimos queremos volver y los que no quieren probar y esta liga es un gran escalón. Pero con esta decisión se acrecienta la brecha entre divisiones. Ojalá haya reglas y códigos claros para esta competencia y hacerla lo más parecido a lo que se vive en el Ascenso y en Liga MX. Sin menospreciar a las categorías inferiores, en las que compites con jóvenes de tu edad, pero nunca se va a comparar con competir con una variedad de jugadores.

¿En qué momento se abre la brecha entre las divisiones inferiores y la Liga?
— El ejemplo es la selección juvenil mexicana, en donde somos potencia, pero el tema es dar el salto de consolidación en Primera, algo que no estamos acostumbrados en México. En este momento hay muy pocos campeones mundiales sub-17 en Primera y mucho menos en Europa. ¿Cómo te explicas eso? Si se continuará con el proceso de formación en un futuro deberíamos tener una base sólida de futbolistas mexicanos.

¿Qué le cambiaria a la división de plata para que funcionará?
— Hay muchas cosas por hacer. Una opción es dividir al país en dos grupos, los grupos del sur y los del norte, parecido a lo que hacen las ligas en Estados Unidos y con eso reduces muchos costos para los equipos y el tiempo en los viajes. Otra opción es obligar, es tener a jugadores con límite de edad en el campo en lugar de erradicar a los mayores, jugar con 7 u 8 jugadores obligatorios.

¿Qué tan atractivo suena el proyecto de la Liga de Desarrollo?
— No hay una opinión clara ya que no tiene las reglas claras. Aún no sabemos dónde se va a jugar, que equipos van a jugar, entre otras situaciones. Ojalá y abran la posibilidad a que haya un número importante de jugadores de categoría libre para hacer crecer la competitividad y a los jugadores más jóvenes. También espero que puedan jugar en los estadios y no en las canchas de entrenamiento o canteras.