‘Doña Pelos’ y su familia le dan regalo en Navidad

Esta es la historia de un despistado y hambriento hombre que se acercó hasta un "puesto de fritangas"
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Para muchas personas, estas fechas son para reflexionar sobre lo hecho este año y, por supuesto, compartir y ¿quién mejor que México para echarle la mano a quien lo necesita o hasta invitarle unos tacos a algún compa despistado?

Esta es la historia de un despistado y hambriento hombre que se acercó hasta un puesto de fritangas con la respectiva Doña Pelos de su barrio para callar el rugir en su interior y, por supuesto, pedir una deliciosa y helada Coca-Cola para no bajarse las delicias culinarias callejeras de brinquitos, sin imaginar que se llevaría una ‘pinshi vergüenza’, según él.

Después de degustar unas sabrosas flautas y apaciguar su apetito, el joven procedió a pedir su cuenta, pero al hacerlo se llevó una grata y singular sorpresa… No le cobraron ni el refresco que tan apresuradamente le fueron a comprar a la tienda porque ya se les había acabado pues, en realidad, no era un puesto de garnachas, sino una cena familiar.