Conducía un Mercedes;  acabó con una familia 

Fernando era velador, no albañil, volvía del trabajo cuando fue atropellado. Su esposa y 4 hijos quedaron a la deriva; exigen justicia. 

Ciudad Victoria, Tamaulipas.-  La familia del velador Fernando Alvarado Castillo, atropellado por un auto Mercedes Benz el sábado por la mañana -cuando salía de su trabajo-, exige justicia. 

Tras la muerte de Fernando, quien pereció de manera instantánea en el Libramiento Naciones Unidas tras la embestida del auto de lujo, del que aún se desconoce el nombre de quien lo conducía y de sus acompañantes, una humilde familia quedó en completo desamparo. 

Alma Patricia, esposa del velador, aún no se repone de la sorpresa y llora su muerte junto a sus hijos en la humilde vivienda ubicada en un sector popular de la ciudad, del que pidió no hacer mención.

“Él era el único sostén de la familia, era un buen esposo, nos quería, platicaba mucho con las niñas, ellas están muy mal, no dejan de llorar porque tampoco lo pueden creer”, comenta Alma Patricia. 

La detenida, presunta propietaria del lujoso vehículo
La detenida, presunta propietaria del lujoso vehículo

El Mercedes Benz C250, modelo 2012, con placas XLW2939, está a nombre de Itzell Alexandra Flores Rodríguez, con domicilio en el Fraccionamiento Del Valle. 

De hecho, ella fue detenida cuando descendió del asiento del copiloto, presuntamente en estado de ebriedad, luego que el vehículo fue encontrado en el Ejido Benito Juárez, tras haber huido. 

Presuntamente ante el Fiscal Investigador, la mujer rechazó haber ido al volante. 

La viuda dice que su esposo llevaba 10 días trabajando como velador en el Residencial “El Cielo”, junto al fraccionamiento Nueva Aurora. 

“Cuidaba cuatro casas, y apenas le habían pagado una semana, le pagaron mil pesos, y ese día, el viernes, se fue antes de las 4 para ver si le pagaban su sueldo y ya después de lo que pasó no supe si le pagaron o no”, relata. 

El velador Fernando Alvarado, murió atropellado el sábado pasado
El velador Fernando Alvarado, murió atropellado el sábado pasado

El vienes antes de ir al trabajo Fernando convivió con su familia como siempre lo hacía, una de sus hijas le dió de comer, se les hizo raro que “dobleteó”.  

Comió dos platos con sopa, señal que le gustó mucho y de alguna manera presentiría que era la última vez que lo vería su familia con vida. 

Los cuatro hijos del matrimonio: Daniel, Iván, Valeria y Ana quedaron a la deriva, porque su papá era el único sostén de la casa.

“Mi hijo Daniel trabajaba en una maquiladora y por lo que sucedió faltó a trabajar y lo suspendieron”. 

“Le dicen que tiene que llevar pruebas de lo que le pasó a su papá y por todo no ha podido, necesita mucho el trabajo, más ahora que esta familia se quedó sin hombre, sin jefe”, expresa. 

Según Alma Patricia su hijo entró a trabajar como obrero en la maquiladora “donde hacen persianas”, un lugar donde no entienden que la vida tiene emergencias, como la muerte de un familiar. 

Lo que quiere Alma Patricia es “todo el peso de la ley” para la persona que atropelló y dio muerte a su esposo. 

“Él no tomaba, sólo venía del trabajo a la casa. Supuestamente las versiones que se han dado es que eran personas alcoholizadas las que iban en ese coche. Sí me da mucho coraje porque por su culpa aquí ya no hay hombre de la casa”. 

Las hijas del velador, Valeria y Ana, de 17 y 15 años, respectivamente, son como niñas pequeñas, sólo estudiaron la primaria y no saben ganarse la vida.

“La falta de recursos no permitió que siguieran estudiando, somos muy humildes. Ellas saben hacer los quehaceres de la casa pero nunca han trabajado fuera. Mi hijo Iván se fue a buscar trabajo, sólo encontró de lavador de carros”. 

En la casa del velador hace falta de todo, están endeudados con la funeraria. El sueldo de la semana no llegó y están comiendo gracias a la caridad de los vecinos. 

Una de las hermanas del velador, la señora Valeria, también exigió justicia y pago de una indemnización a la familia.

“Que esa persona haga conciencia y si tiene dinero pague por lo que hizo”, exclama.

“Aunque el dinero no va a devolverle la vida a mi hermano, su familia necesita apoyo. Siempre hemos sido familia pobre y ahora con esto, aún más”. 

“Los hijos de mi hermano y su esposa y sus hermanos exigimos que se pague el daño, porque no fue un animal al que mató sino a un ser humano, de lo contrario que pague con la cárcel”. 

Los hijos del velador y su esposa necesitan apoyo emocional para enfrentar la pérdida del hombre que era todo para ellos y que ya no está. 

“Primero tengo que reponerme de todo y después ya veré qué hacer para sacar a la familia adelante”, finalizó Alma Patricia.