El chavo del 8 plateado, conoce su historia

Tiene 25 años viniendo en esta temporada a Ciudad Victoria; El chavo del 8 plateado es de Poza Rica, Veracruz.

 

Chavo-del-8-plateado

Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Gilberto Flores Gutiérrez es “el chavo del ocho plateado” quien con sus aros de fuego, en el semáforo, le saca chispas a la vida.

El hombre plateado trabaja en el semáforo de la salida a Monterrey, no se le puede llamar de otra forma a los malabares que requieren de altas dosis de riesgo y precisión.

Tiene lentes oscuros, gorra y pantalones plateados, a la manera del chavo; impregna los aros de gasolina, aunque es un riesgo dice que es algo que aprendió muy bien.

“Llevo 25 años viniendo a Ciudad Victoria, tengo 52 años de edad ya estoy grandesillo, comencé en Pachuca donde tuve la oportunidad de estudiar un poco las artes escénicas y después estuve en Puebla”, dijo Gilberto Flores.

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Originario de Poza Rica, Veracruz, Gilberto ha recorrido casi toda la República Mexicana y parte del extranjero dando a conocer su arte que consiste en caracterización de personajes y artes de malabares.

El payaso Chicolín travieso, Quetzalcóatl y El Pachuco, son otros personajes que ha traído a la Ciudad y que le permiten ganarse la vida de manera honrada.

Gilberto Flores asegura que más importante que las monedas que le dan las personas, es el ver su rostro de satisfacción por ver su desempeño artístico.

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“Las monedas son importantes pero con ver su rostro de satisfacción se paga todo, la propina es extra”.

El Chavo del Ocho Plateado agradece a la gente de Ciudad Victoria que siempre lo apoya y aplauden sus personajes.

“Muy agradecido con la gente de Ciudad Victoria, ya les he traído otros personajes como El Pacheco o Quetzalcóatl, el payaso Chicolín travieso, ahora con el chavo del Ocho, traemos los aros de fuego, el cubo...”.

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Los malabaristas del semáforo, los payasos, los vendedores en la calle, son seres humanos que se ganan la vida de manera honrada.

El verlos en el semáforo o las calles desempeñando su labor no debe ser objeto de burlas.

Apoyemos a los artistas que laboran en las calles con una moneda, una comida o un aplauso a su labor.