Denunciarán en Congreso acoso y violencia de Gattás contra abuelitas
Ciudad Victoria, Tamaulipas.-
La violencia y el acoso que padece desde hace varias semanas un grupo de mujeres de avanzada edad en las afueras del Hospital General de Ciudad Victoria por parte del Ayuntamiento local a cargo del alcalde Eduardo Gattás Báez será denunciado este martes a los integrantes del Congreso del Estado a fin de que estos últimos intervengan en favor de las víctimas.
Una de las afectadas reveló que este lunes fueron objeto nuevamente de violencia psicológica por parte de colaboradores de dicho edil con los cuales se entrevistaron al mediodía, para aclarar un requerimiento de pago de impuestos y multa por invasión de la vía pública expedido el pasado fin de semana por el Departamento de Licencias de Construcción y Fraccionamientos a cada uno de los puestos ambulantes de las afueras de dicho nosocomio.
Advirtió que dichos empleados de Gattás Báez ni siquiera explicaron los diferentes conceptos legales de dicha notificación, ni tampoco les requirieron paga alguna, pues básicamente les dijeron que el próximo viernes era el último día que se les iba a permitir continuar obteniendo el sustento diario de sus familias a través de la venta de antojitos mexicanos en ese punto ya que, si seguían haciéndolo el sábado, iban a retirarlos por la fuerza con el apoyo de grúas.
Hay que señalar que previamente estas personas habían recibido tres notificaciones de desalojo del Departamento de Inspección y Ejecución Fiscal, también bajo el mando de Gattás Báez, advertiéndoles el anterior martes que, a más tardar este lunes, los iban a echar por la fuerza sin darles opción de reubicación, aún y cuando tienen hasta 30 años laborando en ese sector.
La fuente, quien solicitó el anonimato, apuntó que, cansados de esta violencia psicológica y acoso laboral, una parte de los afectados acordaron acudir este martes al Congreso del Estado, para solicitar la intervención de los legisladores locales, ya que consideran una gran injusticia que se les prive de su fuente de ingresos económicos a una avanzada edad, por lo que prácticamente se les está condenando a la indigencia.