Sentencian a 75 años de cárcel a un ciberacosador

Fue acusado de 41 delitos, en su mayoría de índole sexual.
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Un tribunal de distrito en California, Estados Unidos, condenó a 75 años de prisión a un ciberacosador por cargos relacionados con ciberterrorismo, pornografía infantil y explotación sexual de menores, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Se trata de Buster Hernández, mejor conocido como 'Brian Kil', de 29 años de edad y originario de de Bakersfield, California, quien fue acusado de múltiples delitos graves en agosto de 2017 tras explotar sexualmente a un menor, amenazar con usar un artefacto explosivo y amenazar con matar, secuestrar o herir a otra persona todos con fines sexuales.

Esos cargos finalmente se extendieron para incluir 41 acusaciones separadas, que incluyen: la producción de pornografía infantil, la coacción y la seducción de menores, la recepción y distribución de pornografía infantil, la amenaza de uso de artefactos explosivos, extorsión, amenazas de matar, secuestrar o herir a otras personas, manipulación de testigos, obstrucción de la justicia y represalias contra una víctima.

El departamento de Justicia de Estados Unidos señaló que Buster Hernández evitó la cadena perpetua por cooperar con las autoridades.

Víctimas de Buster Hernández

Al menos fueron 375 víctimas en varios estados del país y dos extranjeras quienes sufrieron las extorsiones “en línea” por parte de Buster Hernández.

Las autoridades de Estados Unidos afirman que el hombre amenazó con matar, violar y secuestrar a las menores que se negaban a cumplir sus peticiones. Además de amagar con el uso artefactos explosivos contra las escuelas secundarias de Plainfield y Danville, las tiendas de Perry Crossing y un Walmart local.

¿Cómo logró la policía de Estados Unidos dar con Buster Hernández?

Debido a que Buster Hernández usaba "métodos sofisticados para ocultar su identidad y cifrar sus dispositivos", el FBI experimentó dificultades iniciales para dar con su ubicación.

Sin embargo, la agencia pudo enviarle un video “trampa”, donde insertaron un código en el archivo (no pornográfico) que, a su vez, se envió desde la computadora de una de las víctimas a Buster Hernández. Cuando este lo abrió, el código interno aprovechó una vulnerabilidad en su reproductor de video y transmitió su dirección IP real.

De esta manera, los agentes del FBI pudieron escuchar llamadas telefónicas en la computadora de Buster Hernández e instalaron una cámara para vigilar la casa donde vivía con su pareja.

Facebook también habría ayudado a reunir pruebas en contra de Buster Hernández por haber detectado cómo en numerosas ocasiones emitió ofensas en la plataformas para amenazar a sus víctimas, según medios locales.