Perro hace ley del hielo a su dueña tras salir del veterinario

Un video viral se ha vuelto popular por mostrar a un perro que luego de salir del veterinario y ser recogido por su dueña; el perrito le aplica la famosa "ley del hielo".
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Un perrito llamado Fritz y su dueña, Bret Mortimer, conducen al parque local para perros casi a diario. Entonces un día, cuando subieron al vehículo de Bret, lo más natural para Fritz era asumir que irían en dirección al parque favorito de ambos, pero no fue así.

Y es que si tienes una mascota es importante revisar su estado de salud, por lo que Bret Mortimer programó un chequeo con un dentista veterinario luego de enterarse sobre la importancia del cuidado oral canino.

Pero así como pasa con una basta cantidad de humanos que odian ir al médico, el perrito Fritz quedó más que sorprendido cuando se dio cuenta que nunca llegaron al parque y en su lugar terminó en una cita con el veterinario.

Tras salir del veterinario un perro hace ley del hielo a su dueña

La dueña dijo que había hecho una cita para limpieza porque Fritz es su mejor amigo y lo que más desea es que el perrito viva todo el tiempo que pueda y de la mejor manera posible, aunque esta decisión para nada fue del agrado del perro.

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Fue después de su revisión oral que Bret pasó a recoger a su perro del veterinario una vez terminado el procedimiento, sin embargo, la actitud de Fritz sobre la experiencia no parecía hacer sido emocionante para el pobre perrito, motivo por el que decidió ignorar a su dueña.

En el video viral se puede observar como el perrito Fritz aplicó la famosa “ley del hielo” negándose a hacer contacto visual con su dueña, pues el perro se encontraba realmente molesto por lo que Bret le había hecho pasar.

Incluso fue señalado por su dueña que durante todo el camino de regreso a casa el perrito siguió aplicando la “ley del hielo”. Afortunadamente, esa actitud no duró mucho. Tiempo después de arribar a casa, Fritz volvió a su antiguo humor, sin embargo, Fritz no olvidó esa “traición”.

Cuando Bret le pidió a Fritz que subiera nuevamente al vehículo, esta vez para ir al parque para perros realmente, el perrito dudó de subir y no parecía estar tan emocionado como con frecuencia lo manifiesta, por eso miró a su dueña con sospecha.