Descubre que su padre fue un espía que trabajaba vigilando a su madre

La policía británica tuvo que disculparse y pagar una compensación sustancial a un hombre que fue engendrado por un oficial de policía encubierto que estableció una relación a largo plazo con su madre en la década de 1980 para espiar a los activistas políticos.

La policía tuvo que pagar unas 450 mil libras esterlina luego que el hombre denunciara que sufrió daños psiquiátricos luego de descubrir, a la edad de 26 años, que su padre, a quien conocía como Bob Robinson, no era el manifestante de izquierda comprometido que le habían hecho creer.

Según recoge The Guardian, el hombre descubrió que su padre, que lo abandonó cuando era un niño de dos años, era en realidad Bob Lambert, un espía de la policía que había engañado a su madre para mantener una relación íntima como parte de una operación para infiltrarse en grupos ambientalistas y de derechos de los animales.

Cuando su período encubierto llegó a su fin, desapareció por completo de la vida de su novia y su hijo desde hace mucho tiempo.

Lambert fue desenmascarado en 2011 tras las investigaciones de The Guardian y los activistas en los que se había infiltrado. En 2012, el demandante y su madre, conocida solo como Jacqui, descubrieron la verdadera identidad de Lambert después de que ella tropezó con un artículo de noticias sobre él en un periódico.

El hombre envió a la Policía Metropolitana una lista de preguntas sobre la operación en la que participó su padre, pero el organismo "logró eludirlas y concluyó el caso pagándole daños sustanciales y disculpándose".

Se conoce que al menos dos policías más, que actuaban infiltrados en grupos de activistas, tuvieron hijos con mujeres que espiaban, lo que será investigado a partir de noviembre.

Los policías utilizaron la identidad de niños muertos en décadas anteriores para hacerse pasar por militantes de diversos grupos políticos.