Bar se registra como iglesia para abrir durante pandemia

El dueño es uno de los muchos afectados por la pandemia, pero la idea ya le ha traído miles de seguidores
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El bar "Coctelería 400 Conejos Tequila y Mezcal", ubicado en Nottingham, Reino Unido, solicitó el registro de Iglesia para poder abrir durante la pandemia. El duelo publicó una foto de su solicitud en Facebook atrayendo a miles de seguidores.

Y es que James Aspell, de 34 años, es uno de los muchos afectados por las restricciones del coronavirus, que prohíbe la apertura de negocios como bares pero permite que las iglesias continúen abiertas. Así que aunque todo comenzó como una broma por parte del hombre ante lo que llama las "hipócritas" medidas, ahora sí lo planea como una salida.

Esto, porque piensa que agregándole un espíritu religioso su negocio podría salvarse, por lo que necesita que las personas se registren y digan que son parte de su congregación "Iglesia de los 400 Conejos", cosa que piensa, no debe ser muy difícil.

"Con los lugares de culto permitidos para abrir en todos los niveles, pensamos que vamos a empezar una religión", explicó en Facebook a su nueva congregación, agregando que en caso de que acepten su solicitud, no se le permitiría vender alcohol pero sí se encargaría de que sus clientes pasen un momento divertido.

With places of worship allowed to open in all tiers we thought fuck it lets start a religion! Can't be that hard can it!...

Publicado por The Church of the Four Hundred Rabbits en Viernes, 27 de noviembre de 2020

Asimismo, dijo que no está haciendo esto para ofender a nadie, pero al igual que muchos, necesita ingeniárselas para no perder su patrimonio. Al respecto, usuarios de redes comentaron: “La única razón por la que tomaría una religión. ¡Estoy dentro!". "Quiero adorar en la iglesia del mezcal" y "Ojalá que ofrezcan esperanzas y oraciones por tu salvación y deliciosas bebidas".

La propagación del coronavirus alrededor del mundo ha obligado a los pequeños empresarios a ingeniárselas para seguir vendiendo, en un intento de no perder a todos sus clientes. Tal es el caso de un bar en Oregón, Estados Unidos, que hace entregas con stripers. Pero no se crea que el servicio funciona para que los usuarios interactúen físicamente con las empleadas del Lucky Devil Lounge, sino únicamente para que entreguen comida hasta la puerta de su casa.