“Ya fueron juzgados por Dios, con eso basta”: familiares

Personas cercanas a las víctimas de la explosión en Tlahuelilpan piden que los heridos ya no sean juzgados por la leyes mexicanas
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Personas cercanas a las víctimas de la explosión en Tlahuelilpan piden que los heridos ya no sean juzgados por la leyes mexicanas

Familiares y amigos de heridos y desaparecidos por la explosión en Tlahuelilpan, Hidalgo, creen que quienes fallecieron ya fueron juzgados por Dios y quienes sobrevivieron ya no deben ser juzgados por la ley del hombre.

El gobierno está agarrando las leyes, pero no está agarrando las leyes que son de Dios. No se está poniendo en nuestro lugar”, declaró Ruth Saucedo Ruiz, quien aceptó que el acto de robo de combustible es una actividad frecuente en la entidad.

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Juzgados por la opinión pública y por la estrategia federal contra el huachicoleo, los pobladores afectados viajaron a la capital del país para dar con sus heridos.

Ruth, quien dijo trabajar en una fábrica y profesar el cristianismo, lamentó que sean juzgados cuando muchas personas en el país también han caído en la tentación de “la abundancia”.

A todos nosotros nos están llamando rateros, que somos delincuentes. Hay personas honradas, pero muchas personas viendo la barca abierta pecamos”.

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Ellos justifican sus actos en la inconsciencia y en la pobreza que vive su comunidad rural.

Mónica Mejia, que se dedica al campo, busca a su hermano Adán, su cuñada Karina Ugalde y la hermana de esta. Acudió entre lágrimas al Hospital Magdalena de las Salinas y no los halló.

Quizá a lo mejor eso no es justificante, no sé por qué lo hicieron, quizá por inconsciencia. Ahora yo solo sé que quiero saber dónde está, ya lo busqué en los hospitales y no está”, dijo de manera afligida.

La señora Carmen también acudió a buscar a su nieto José Guadalupe Vega, de 17 años.

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La mujer de la tercera edad relata que su nieto está por acabar la prepa. Al escuchar en el pueblo que había gasolina para llevarse, nadie lo retuvo en la familia.

Mi nieto es estudiante. Le falta un semestre para acabar la prepa. Ese día toda la gente corría para llevarse la gasolina y él también se quiso ir”, contó.

Sin resignarse a que sus seres queridos formen parte de los cuerpos calcinados, hicieron un llamado a las autoridades y responsabilizaron también a los militares que no pusieron un límite para que no entrara tanta gente a la ordeña ilegal de combustible.