Xico: víctima de la realidad 

 

a

Decir que Xico es el peor alcalde que ha tenido Victoria, e incluso señalarlo como el peor alcalde de México, se ha vuelto un lugar común. 

Que sea una obviedad no quiere decir que el juicio esté equivocado, en este caso ocurre lo contrario: la evidencia no deja lugar a dudas. 

El asunto es que al convertirse en una muletilla se pierden los detalles y la perspectiva. 

En su defensa, Xico dice una y otra vez que la falta de resultados de su administración se debe a que “los gobiernos anteriores dejaron a una ciudad destrozada”.

Pero 9 de cada 10 victorenses opina que este gobierno ha salido peor que todos los anteriores. 

Lo que quiere decir que el 90 por ciento de los victorenses se ha dado cuenta que Xico no tiene la capacidad para gobernar la capital de Tamaulipas y mucho menos para solucionar sus problemas. 

Pero esa no es la único falla en el argumento de Xico. La trampa está en que Xico se compara únicamente con el pasado, porque si lo hace con el presente la evaluación es peor. 

Porque mientras el alcalde de Victoria aparece evaluado de forma constante como el peor alcalde de México, los presidentes municipales de Tampico o Reynosa, por dar dos ejemplos en el estado, repiten en los primeros cinco lugares de mejor desempeño en estas mismas evaluaciones. 

Y ni se diga si comparamos lo que ocurre en Victoria con el resto de las capitales estatales del país. 

Otro pretexto de la actual administración municipal ante la falta de resultados, es culpar de absolutamente todo a los efectos de la pandemia, tal y como lo hace el gobierno federal. 

Pero al igual que ocurre a nivel nacional, la crisis por la que atraviesa Victoria no apareció este año por arte de magia, y si en algo tuvo que ver el coronavirus fue que lo dejó al descubierto.

Los municipios tienen 2 responsabilidades muy claras como autoridades locales para combatir la emergencia sanitaria: la primera es coordinarse con las autoridades de salud para proporcionar cifras que alimenten las estadísticas estatales y nacionales para la correcta toma de decisiones. 

La segunda responsabilidad es garantizar los servicios básicos dentro de sus facultades que son indispensables para mantener los niveles de sanidad. 

El artículo 115 de la Constitución establece que los municipios son responsables del funcionamiento y la proveeduría de servicios públicos que son de primera necesidad ¿Le suena?.

Por orden de importancia el gobierno municipal debe satisfacer el abastecimiento de agua potable, la gestión de residuos, la organización de mercados, panteones, calles, parques y jardines; la seguridad pública, tránsito, y en general, la organización y administración de la economía local. 

Ahora sí, dígame en qué rubro ha cumplido Xico con Victoria. 

La crisis de agua es peor que antes, no solo falta el agua, las aguas negras ahora ya son parte del paisaje urbano. La recolección de basura la hacen los propios vecinos en las colonias ante la falta de camiones recolectores, los mercados están abandonados a su suerte, y ni se diga de los panteones. 

Las calles son caminos de terracería, donde los baches ocupan más espacio que el pavimento. 

Y de la economía mejor ni hablar, si Xico no puede administrar las finanzas del municipio, menos va entender como impulsar el desarrollo económico de la ciudad. 

Esto es lo que significa ser el peor alcalde de México. El peor alcalde de Tamaulipas. Y el peor alcalde en la historia de la capital tamaulipeca. 

Y conste que todavía no hablamos de la corrupción. Porque no se trata de simple ineptitud. 

Ante los casos de empresas fantasma y ‘factureras’ detectadas en el Ayuntamiento de Victoria, Xico ha optado por lavarse las manos, como si no fuera su responsabilidad. 

Él niega ser el culpable pero no hace nada por encontrar a los ladrones, eso también es complicidad. 

Pero Xico se siente excepcional. Por eso le baja el sueldo a los trabajadores del municipio, pero no se lo baja él. 

Denuncia lo que se hizo mal en el pasado, pero no es capaz de limpiar lo que ocurre en su propia casa. 

Por eso no espere nada de su segundo informe. No importan las mentiras ni las verdades a medias. El principal opositor de Xico es la realidad y a esa no puede desmentirla. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) La rebelión del cabildo, encabezada por Luis Torre y los regidores de Movimiento Ciudadano, acusan a Xico de vivir en un mundo de fantasía que le impide reconocer lo mal que está su administración y el pésimo estado del municipio. 

Con tantos millones que le paga Xico a sus asesores y consultores, pensaríamos que al menos uno se atrevería a decirle la verdad. O será que no quieren que se les acabe su negocio.