Una alcaldía(esa) salada

 

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Un día antes de que el Gobernador del Estado encabezara la jornada de limpieza y rehabilitación de espacios públicos en Victoria, la alcaldesa Pilar González anunció su contagio de COVID-19, lo que le impidió participar en su primer evento público con el mandatario estatal. 

Lo que ocurrió, por cierto, a menos de dos semanas de rendir protesta a su cargo. 

Abusando de las supersticiones, tal parece que la alcaldía de Victoria se ha convertido en un gafe para quien ocupa la presidencia municipal. 

Y es que si hacemos un recuento, por lo menos a Oscar Almaraz, Xicoténcatl González y ahora a Pilar Gómez, no les ha ido muy bien que digamos en la oficina del 17 Hidalgo. 

Oscar Almaraz fue derrotado cuando aspiraba a su reelección, desde donde planeaba su campaña por la gubernatura. 

En vez de eso, Almaraz terminó traicionado a su amigo y jefe, Eugenio Hernández, y cedió su lugar a Xico. 

Los dos años que duró la tragicomedia de González Uresti como alcalde de la capital de Tamaulipas pueden resumirse en dos palabras: corrupción e ineptitud, lo que valieron para que renunciara por “motivos personales” al mandato del pueblo. 

Pilar apenas lleva 15 días en el cargo, así que parece exagerado decir a estas alturas que la alcaldesa comparte la mala suerte de Xico y Almaraz. 

Desafortunadamente, Pilar a replicado lo peor de Almaraz y lo peor de Xico en su corto tiempo en el cargo, lo que nos hace pensar que podría correr la misma suerte que sus antecesores. 

Empezando por el hecho de que Pilar haya devuelto la alcaldía a Oscar Almaraz, quien gobierna de facto la capital política de Tamaulipas. 

Así lo demuestra la limpia de proveedores que hizo la alcaldesa, para darle cabida a los amigos del ex tesorero de Eugenio. 

El negocio de la renta de camiones de basura, que sobrepasan el millón de pesos mensuales, así como la reactivación de los parquímetros en la zona centro, negocio priista que inició con Ricardo Gamundi y Salomón Rosas, son el más claro ejemplo. 

Ambos reactivados por adjudicación directa de Pilar. 

Pero Alamaraz no solo tiene el control del presupuesto municipal. También tiene su control político. 

De eso se trata la propuesta de desaparición y fusión de direcciones y subdirecciones de departamento, así como el nombramiento de nuevos titulares. 

Porque quienes llegarán serán los operadores territoriales de la estructura electoral que construyó Oscar Almaraz cuando compraba los votos para el PRI. 

Por cierto, Pilar ya comenzó a replicar el manual de campaña que Almaraz le entregó. Se trata del mismo que utilizó el propio ex alcalde cuando buscó fallidamente su reelección. 

De ahí el meme que pusieron a circular de la alcaldesa disfrazada de superchica frente al palacio municipal, acorde seguramente a la temática de disfraces del mes de octubre y los cosplays kinkis que acostumbran las jovencitas en la noche de brujas. 

La gran pregunta que se hace la ciudadanía es ¿Para quién está trabajando Almaraz?

¿Para la reelección de Pilar, para la estructura del PRI o para su propia candidatura? 

Cualquiera de las anteriores tiene amplias consecuencias, empezando con saber si Oscar Almaraz sigue militando en el PRI o si ya presentó su carta de renuncia. 

Otra duda es saber por qué está operando Almaraz para Pilar, cuando todas las encuestas lo colocan a él como puntero en las preferencias de la gente. 

Una tercera cuestión, es saber por qué Pilar regresó al PRI a gobernar la capital del estado. 

Se entiende por la premura de su llegada que Pilar no estuviera preparada con un equipo acorde, sin embargo eso no justifica que la panista deje fuera de la estructura de gobierno a su partido y prefiera a sus amigos del Campestre para gobernar. 

Porque tal vez no sea el PRIAN el que gobierne a Victoria, pero está claro que Pilar no lo hace. 

Para seguir con el juego de los acrónimos, lo que tenemos ahora es algo parecido al OSPIL, donde Oscar está por arriba de Pilar, y en este caso el orden de los factores sí altera el producto. 

Y quien piense lo contrario está pecando de inocente. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) Los mini camiones recolectores de basura se los trajeron de Toluca, a un precio de 600 mil pesos por unidad. 

Así que básicamente con el pago de la primera renta se paga su compra y el resto será una ganancia millonaria. 

Lo dicho, son los mismos modos de Almaraz y Xico. 

2) El Senador Ismael García subió a la tribuna del Senado para proponer un punto de acuerdo para solicitar a López Obrador un programa de basificación emergente para los trabajadores del sector salud. 

No hay otra fuerza laboral en estos momentos que merezca la garantía de no perder su empleo como los doctores, enfermeras, camilleros y todo el personal del sector médico. 

Ellos son nuestra primera línea de defensa ante la pandemia y no garantizar su trabajo sería una injusticia. 

3)MORENA resultó el gran perdedor en las elecciones de Coahuila e Hidalgo, estados que gobernaba. 

Porque la noticia no es que el PRI mantuvo las gubernaturas, sino que ni López Obrador, ni el gobierno federal ni el Movimiento de Regeneración Nacional, pudieron refrendar su triunfo conseguido en 2018. 

Sin duda una gran derrota para López Obrador de cara las elecciones intermedias del próximo año.