MORENA abandona al sector salud

FOTO 1

Desde sus diferentes trincheras, los legisladores locales y federales de MORENA han manifestado su rechazo al plan puesto en marcha por el Gobierno del Estado para enfrentar la contingencia sanitaria provocada por el coronavirus, así como sus graves consecuencias económicas. 

Primero fue la diputada local Carmen Lilia Cantú Rosas, quien calificó el paquete de financiamiento como un atraco. 

Le siguió el Senador Américo Villareal, quien se tardó 4 días en presentar su postura, pero finalmente el hijo del ex gobernador señaló la medida como una “política neoliberal”, por lo que “exhorta” al Gobierno de Tamaulipas a dar marcha atrás. 

En ambos casos no sorprende la postura de los legisladores, son oposición, están cumpliendo con su libreto. Sin embargo, lo lamentable son los limitados argumentos de su crítica. 

Lugares comunes propios del lenguaje del Gobierno Federal que habla mucho pero que hace poco. 

La explicación a esto es muy simple, tanto Cantú Rosas como Villareal Anaya no buscan aportar soluciones, sino sacar raja política. 

El propio López Obrador está siguiendo la receta neoliberal para enfrentar la crisis económica, el problema es que está utilizando la equivocada, pues mientras el país necesita una política económica cotracíclica, el Presidente, como mal economista y mal neoliberal, ha apostado por una política económica procíclica. 

Inútil tratar de explicárselo a los legisladores, pero muy importante conocer la diferencia, especialmente cuando se trata de servidores públicos que representan los intereses de los tamaulipecos. 

La falta de argumentos de los legisladores de MORENA dejó otro detalle fuera de su crítica; el préstamo al que incurrió el Gobierno del Estado es una consecuencia directa de la inacción de su Presidente ante la grave crisis de salud que enfrente todo México, Tamaulipas incluido. 

Y para comprobar esto simplemente hay que revisar el calendario. El paquete de financiamiento extraordinario que se propuso en la entidad solo se hizo después de que las autoridades estatales escucharon las propuestas, o mejor dicho la falta de propuestas, que presentó López Obrador en su llamado Informe Trimestral del pasado domingo 5 de abril. 

 

Ojo, no fue a finales de febrero, en el mes de marzo o incluso en los primero días de abril que se solicitó el crédito. No, fue hasta que se comprobó la inexplicable parálisis del Gobierno Federal que el Gobernador Cabeza de Vaca dio un paso al frente y asumió la responsabilidad de proteger al sector salud de Tamaulipas. 

Porque el diagnóstico es claro: no hay pruebas de detección, la medida más eficaz para el combate de la pandemia (muy tarde ya), pero también el único método para confirmar la erradicación del virus en el paciente, tampoco hay respiradores suficientes, ni camas, mucho menos hospitales o personal médico, y los pocos que hay no cuentan con los insumos mínimos requeridos para enfrentar la contingencia.

La falta de planeación y preparación del Gobierno Federal es tal que fue hasta hoy domingo 12 de abril, cuando oficialmente se reconocen 296 defunciones, que López Obrador anunció una alianza con un grupo de hospitales privados para utilizar sus instalaciones.

Así que mientras la Federación es renuente, lenta e ineficaz a la hora de garantizar la salud pública, los gobiernos estatales tienen que tomar el asunto en sus propias manos, aún y cuando no es su obligación. 

Y sabe que hizo el Gobierno de Tamaulipas, lo mismo que están haciendo cientos de países en todo el mundo, desde China, Corea del Sur, Italia, Alemania, Reino Unido, España o los Estados Unidos, por darle algunos nombres de las principales potencias del mundo. 

Ellos, mediante estímulos fiscales, condonación de impuestos y préstamos, han decidido reforzar a sus sistemas de salud, públicos y privados, para combatir la pandemia y estimular la economía. 

Pero en México no, en nuestro caso el Presidente promueve canciones escritas por su esposa para hacer más llevadera una cuarentena de papel. Mientras que los cuerpos de salud de todo México se juegan la vida para contener a ese enemigo invisible. 

Así que no es extraño que a López Obrador y sus legisladores les moleste que sus rivales políticos, a diferencia de ellos, tomen cartas en el asunto. 

Porque los únicos tiempos que entiende AMLO son los políticos, y el Presidente está gestionando esta crisis (mal, por cierto) como parte de su campaña para renovar el Congreso Federal el 2021. 

El problema es que el Presidente ya ha abierto muchos frentes. 

Con los empresarios por la falta de estímulos fiscales, con los gobernadores por la distribución de las participaciones y la exigencia de un nuevo Pacto Fiscal Federal, y hasta con la Organización de Países Productores de Petróleo al negarse a reducir su producción. 

Sin olvidar el descontento social, que ya lo tiene en el fondo de sus niveles de aprobación y que solo seguirá en picada mientras se alargue la contingencia y el número de contagios y decesos aumente. 

Por eso nuestro Presidente se siente acorralado y solo, pues al no tener alguna respuesta conduce al país en automático en medio de la peor crisis que ha enfrentado la nación en el último siglo. 

Hoy los empresarios, los gobiernos locales y la sociedad tienen muy claro que para salir de esta será sin el liderazgo del Presidente. 

Y ya sabe que en la política los vacíos se llenan. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) El ex gobernador Eugenio Hernández Flores, sin crisis económica alguna, endeudó al Estado por 11 mil millones de pesos en un supuesto Plan de Infraestructura que nunca rindió frutos. El Polyforum y la Torre Bicentenario son los monumentos a la corrupción de su mandato. 

2) Ayer la Secretaría de Salud confirmó el 4 caso de coronavirus en la capital del estado. 

Si esos 4 casos se multiplican por 8, de acuerdo al modelo centinela de la Secretaría de Salud, la capital de Tamaulipas tendría ya 32 casos. 

Pero en el Hospital Regional, instalación donde se recibirán a los pacientes afectados, apenas cuenta con 25 camas listas y 35 respiradores. 

¿Usted cree que no hace falta el préstamo?