Si no ocurre nada de último minuto, mañana martes 15 mil personas protestarán en la Cámara de Diputados para exigir mayor presupuesto para los municipios del país.
En la misma situación se encuentran campesinos, empleados del sector salud, normalistas, maestros, grupos indígenas y un largo etcétera.
Se trata de una carrera contra el tiempo pues los legisladores tienen como límite hasta el viernes 15 de noviembre para aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año.
La respuesta de AMLO a estas demandas la dio el fin de semana en su gira por Yucatán: “Todos los gobernantes que se estén ‘portando bien’, sin importar el partido político recibirán apoyos”.
Declaraciones de este tipo no son una sorpresa por parte del Presidente, y nos sirven para retratar de cuerpo entero su política del todo o nada, donde el único juez capaz de decidir entre lo permitido y lo profano es el propio López Obrador y no las leyes de la República.
Todavía está por verse si las presiones de la sociedad civil organizada y de los propios alcaldes del país son tan efectivas como la oposición que presentaron los hijos del Chapo Guzmán en Culiacán, para que el Presidente y los legisladores de MORENA modifiquen la asignación de recursos.
Pero todo indica que a diferencia de Ovidio, los ayuntamientos poco podrán rescatar de los recursos federales que les arrebataron del Ramo 23 y del Ramo 28.
Esto significa que municipios como Victoria tendrán menor presupuesto para fortalecer la infraestructura municipal, desde centros de convivencia y albergues hasta alumbrado público y baches.
Pero tampoco habrá recursos de la Federación para solucionar el desabasto de agua que sufre la capital y mucho menos para mejorar la seguridad y reducir la incidencia delictiva. Ni siquiera habrá presupuesto para el fomento al deporte y la cultura.
En su defensa, los morenistas han dicho que este Presupuesto tiene como principal objetivo la inversión en programas sociales para la gente que más lo necesita.
Sin embargo, esos 402 mil millones de pesos que se pretenden entregar de forma directa no cuentan con reglas de operación ni padrones públicos de beneficiarios. Opacidad que facilita la corrupción, esa que con tanto empeño combate el Presidente y que nos lo presume todas las mañanas.
A partir de este lunes restan 19 días para que se cumpla el primer aniversario del gobierno de la Cuarta Transformación, y francamente no hay mucho que presumir.
Ante la evidencia de las cifras que demuestran el fracaso en la economía y en el combate a la inseguridad, López Obrador asegura tener otros datos.
Como siempre, usted es el mejor juez. Así que pregúntese, cómo es hoy su calidad de vida y la de su familia en comparación de hace un año; mejor, igual o peor.
Si el sesgo puede ser un problema, pregunte a su grupo de amigos, conocidos o compañeros de trabajo.
No se preocupe por las preferencias políticas, esas salen sobrando cuando se topan con la realidad.
Tristemente esta navidad y fin de año serán mucho peor que en el 2018, y no es una cuestión de adivinanza, nos lo dicen las propias cifras de la Presidencia de la República que solo los tercos se atreven a negar.
El pretexto favorito de culpar al pasado poco a poco se ha ido desgastando, por eso la Cuarta Transformación ha visto la necesidad de usar cortinas de humo para desviar la atención.
Para Culiacán fue el ‘golpe de estado’, para el asesinato de la familia LeBaron fue la prensa vendida y los bots en redes sociales, y ahora para las protestas por el presupuesto los funcionarios federales tienen que agradecer a Evo Morales por su renuncia.
Pero ante la falta de resultados no hay pretextos ni cortinas de humo que valgan. Ni siquiera para AMLO, aunque este se empeñe en ignorar las protestas.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) Más de 90 alumnos de nivel profesional y bachillerato recibieron un estímulo económico como parte de las becas que entrega la UAT a los hijos del personal docente sindicalizado.
Como representante del Rector José Andrés Suárez Fernández acudió el Secretario de Finanzas, Guillermo Mendoza Cavazos, quien presidió en la Facultad de Medicina de Tampico la ceremonia.