Miles de familias celebraron junto al Gobernador Américo Villarreal el 213 Aniversario del Grito de Independencia, en la Plaza Juárez de Ciudad Victoria.
Un Grito especial por ser el primero de este gobierno, pero también por las condiciones políticas que intentaron socavarlo y que no tuvieron éxito.
Pero sobre todo, fue una ceremonia especial porque el Gobernador no solo festejó con los tamaulipecos nuestra historia y el amor por México, sino que además convirtió una fiesta también en un acto de servicio.
Y es que a los asistentes no solo se les abrió el palacio de gobierno, sino que además se les sirvió la cena. O mejor dicho, fue el Gobernador quien les sirvió la cena.
Es un gesto que que significa, porque con ello Américo Villarreal reafirma su convicción humanista, con vocación de servicio para los sectores más desfavorecidos.
Américo le demuestra a los tamaulipecos que su compromiso por servir es el mismo con el que inició su gobierno, pero más importante todavía, le demuestra y le enseña a su gabinete, a sus secretarios, a los servidores públicos de Tamaulipas, como deben de servir y de tratar a los tamaulipecos.
El Gobernador les ha puesto el ejemplo, no con discursos sino con acciones, ahora ellos tienen que estar a la altura.
Con acciones como esta es como se va transformando la vida pública del Estado, que representa un gran cambio y una gran transformación cuando se compara con el gobierno anterior.
Cabeza de Vaca no gobernó para los tamaulipecos, gobernó para él. No fue un gobierno incluyente, fue un gobierno represor. No fue un gobierno al servicio del pueblo, fue un gobierno que ignoró y marginó a los que menos tienen.
Por eso iniciativas como esta de Américo Villarreal, tan cándidas en su forma, dejan en evidencia el estancamiento y deterioro de la política durante la administración de Cabeza de Vaca, que no solo significó una quiebra financiera, sino también de valores cívicos y democráticos en Tamaulipas.
El reto es cambiar esa inercia, esas costumbres que por seis años se arraigaron en la clase política, pero Américo lo está logrando.
Hay más retos por delante, pero el primer año de este gobierno ha servido para sentar las bases y la visión de futuro de un mejor Tamaulipas.
Eso vale la pena celebrar.
Pues eso.
Es bueno saberlo: 1) Arnulfo Rodríguez amanece este lunes en la Ciudad de México para seguir con las negociaciones que pongan fin al paro de labores de los maestros en Tamaulipas.
El desalojo de la plaza del 15 fue una buena señal, un gesto que abonó para avanzar en la dirección correcta.
Ojalá que continúe la buena voluntad porque las niñas y niños de Tamaulipas siguen siendo los más afectados.
2) Claudia Sheinbaum inició sus recorridos por el país para convocar a la unidad y a la movilización en su encargo como coordinadora de la defensa de la Cuarta Transformación.
El Acuerdo por la Transformación es el llamado que se les hace a los militantes de MORENA para dejar atrás sus diferencias y sumarse al proyecto que encabeza Claudia Sheinbaum para ganar la elección presidencial de 2024.
Su primera parada fue en Morelia, Michoacán donde además tomó protesta a los Comités de la Cuarta Transformación en este estado y encabezó la firma del acuerdo Unidad para la Transformación.