Las listas de Cabeza y Eugenio

La cercanía de la jornada electoral del 1 de junio ha provocado todo tipo de ataques contra candidatos, gobiernos y funcionarios.

La novedad en esta elección es la aparición de supuestas listas como método acusatorio.

Su propósito, como cualquier campaña negra es sembrar dudas y crear inestabilidad a base de rumores.

Sin embargo, debajo de lo aparente se esconde otro objetivo, incluso más importante: se trata de desviar la atención.

¿De qué? De las verdaderas listas. De las que ya conocemos y están confirmadas. De las que no solo existen investigaciones sino hasta ordenes de extradición.

El resto del país puede distraerse con los listados apócrifos. En Tamaulipas no debería ser el caso porque los involucrados son viejos conocidos.

Hablamos por supuesto de los ex gobernadores Francisco García Cabeza de Vaca y Eugenio Javier Hernández Flores.

Ambos, junto con sus respectivos cómplices, pertenecen a la lista de extraditables de México y de Estados Unidos, respectivamente.

Ambos buscan lo mismo: regresar al poder en Tamaulipas. Y aunque lo hacen por caminos distintos, ellos son los primeros interesados en intervenir en la elección judicial y descarrilar la relación entre México y Estados Unidos.

Porque para regresar al poder lo primero que necesitan es no estar tras las rejas.

Y no se trata de que sean nuevamente gobernadores, eso lo prohíbe la ley. Se trata de que sus grupos políticos tengan nuevamente el control de las arcas del estado y sus municipios.

De Cabeza de Vaca es más evidente. Apenas el 7 de mayo Senadores y Diputados federales exigieron la destitución de los jueces que siguen protegiendo al ex gobernador, familiares y cómplices.

Lavado de dinero, defraudación fiscal equiparada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, son algunos de los delitos con los que se relaciona.

Sin olvidar las investigaciones de los funcionarios públicos de su sexenio, e incluso a los ya detenidos, a los que se les acusa de desvío de recursos que superan los cientos de millones de pesos.

El panista avecinado en Mission, Texas, tampoco lo hace difícil, pues utiliza los mismos canales mediáticos que usó en su sexenio para lanzar sus ataques y defender sus intereses.

El asunto es que pase lo que pase con los resultados de la elección, Cabeza de Vaca ya perdió.

Perdió porque ya no estará el mismo aparato señalado de brindarle protección de la justicia y eso abre el camino para su extradición.

Por eso a Cabeza de Vaca le interesa propagar la versión de las supuestas listas y alertas migratorias, no solo para retrasar lo inevitable sino también para posicionar a su grupo político de cara a las elecciones de 2027 y 2028.

De eso se trató la visita del ‘Cachorro’ a la Embajada de los Estados Unidos.

El caso de Eugenio Hernández no es distinto. Y aunque es más discreto que Cabeza de Vaca su operación es latente.

Porque así como intervino en la designación de candidaturas el pasado proceso electoral, ahora Eugenio busca que personajes afines ocupen los principales puestos de impartición de justicia en el Estado.

El ex priista sabe la importancia del Poder Judicial, lo utilizó a su favor cuando fue gobernador para perseguir opositores e imponer su voluntad a costa de la ley.

Tener a jueces y magistrados de su lado es otro escalón más para volver al presupuesto público en 2027 y 2028. Y aunque el año pasado fracasó en las urnas, pudo colocar a sus aliados como Gattás y Maki en puestos claves.

Eugenio no es ajeno a las listas y alertas migratorias (a las de verdad).

Desde el 2012 la entonces PGR confirmó la alerta migratoria en su contra, que incluía a familiares, cómplices y operadores como Ricardo Gamundi, Manuel Muñoz y Farough Fatemi Corcuera, Oscar Luebbert, Alma Lucresia Cano Pastor, Elsa Eugenia y José Eduardo Hernández Flores, Fernando Cano, Pedro Alfonso García y Gabriel Maldonado Pumarejo, por mencionar algunos.

Sin olvidar que estamos a un mes (19 de junio de 2015) que se cumpla el décimo aniversario de la acusación por lavado de dinero en Texas, junto con su entonces cuñado Óscar Gómez, por un jurado federal en Corpus Christi.

La sentencia que enfrentan ambos es de hasta 25 años de prisión y por la que tienen una extradición vigente.

Estas son las verdaderas listas, las que enfrentan Cabeza de Vaca y Eugenio Hernández.

Y de estas son las que no quieren que se hable, aunque para eso se tengan que inventar montajes mediáticos.

Solo restan 14 días para el 1 de junio y empezará un nuevo capítulo en el Poder Judicial de Tamaulipas y de México.

Y también empezará un nuevo capítulo para ambos ex gobernadores.

Pues eso.