La tragedia que nos unió a todos

Si algo tiene la tragedia, especialmente cuando se trata de un desastre natural, es su condición de igualitaria y niveladora. 

Y es que cuando tiembla, nos sacudimos todos. Y cuando llueve, nos mojamos todos. Y cuando arde o hiela, nos quemamos y nos congelamos todos. 

La adversidad no distingue clase ni género, edad, preferencia sexual, religión, nacionalidad o ingreso económico. 

Esta condición de igualdad es lo que permite que una sociedad tan generosa como la nuestra, se vuelque de inmediato con toneladas de ayuda ante la adversidad, sin necesidad de líderes ni guías, teletones, y mucho menos partidos o figuras políticas.

Porque el dolor lo sentimos todos. Lo hacemos nuestro y no solo de unos cuantos.  

Por eso un soldado llora al rescatar el cuerpo de una madre y el de su hija de entre los escombros, que aunque ajenas las siente como de su propia sangre. 

Por eso la fascinación por esos héroes de cuatro patas como Frida, porque nos muestra la pureza animal en nuestros tiempos más adversos, pureza a la que solo aspiramos como seres humanos ayudando al prójimo en la peor de sus desgracias, de nuestras desgracias.

Por eso el reconocimiento a los extranjeros que acuden a nuestra ayuda, por eso los aplausos y las porras, porque comprobamos que nuestra tragedia es tan universal que también se comparte más allá de nuestras fronteras.

Por eso el enojo y la furia al descubrir historias falsas como la de Frida Sofía, no solo porque se valen de las víctimas más inocentes de todas, los niños, sino porque nos recuerdan la ineptitud de nuestras autoridades, y nos reafirma esa creencia arraigada genéticamente de que no podemos confiar en ellas. 

Por eso los voluntarios y rescatistas corrieron al Secretario de Gobernación, quien buscaba el mejor ángulo para lucrar con la imagen de los escombros de un país, para su beneficio personal. 

Por eso Graco Ramírez, el gobernador de Morelos, tuvo que salir corriendo para no ser agredido por una multitud enfurecida, que le reclamaba la apropiación de las toneladas de ayuda para usarla con fines políticos. 

Por eso el propio Peña Nieto ha evitado la capital del país en sus giras por los estados damnificados, porque sabe que su presencia solo sería el detonante de esa frustración acumulada, que con razón reclama que las autoridades cumplan con sus responsabilidades. 

Por eso la exigencia de retirar el financiamiento a los partidos, quienes despilfarran en viajes, autos, cenas de lujo y campañas inútiles para seguir viviendo del erario, mientras la gente sigue abajo de los escombros.

Después del dolor y el duelo vendrá la reconstrucción, de la que también querrán aprovecharse los poderosos, en especial en tiempos electorales. 

Y así como los voluntarios salieron a la calle para ayudar a los desamparados, la sociedad deberá seguir vigilante para no permitir que los intereses de unos cuantos se impongan sobre los de la mayoría. 

Si el temblor del 85 fue el catalizador de un movimiento social y político que traspasó la capital del país y tuvo efectos en todo el territorio nacional. No es una ingenuidad pensar entonces que esta nueva prueba que enfrentamos como sociedad sirva para genera un efecto similar en esta nueva generación. 

Un efecto que bien podría sentirse con la participación activa de una sociedad defendiendo lo que por derecho es suyo, mediante el voto en las urnas. 

Falta ver si los políticos y los partidos están a la altura. No tienen tiempo que perder, y así como los aciertos valen doble, también los errores cuestan más.  

Ante la magnitud de este terremoto, los geólogos no han dudado en señalar que las réplicas sísmicas seguirán. 

Aquí valdría hacer la precisión que las réplicas sociales y políticas de este fenómeno apenas comienzan, y seguramente irán aumentando de intensidad conforme el tiempo transcurra. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) Mientras el país sigue en duelo, Eugenio Hernández celebraba el compromiso matrimonial de su hija. Es lo que hace la corrupción y la impunidad, los vuelve inmunes al dolor y sufrimiento ajeno.