Hay de Informes a informes

Una buena construcción comienza desde sus cimientos, es algo que no se ve, escondido entre la tierra, pero son estos elementos estructurales que le dan estabilidad a una edificación.

Estos cimientos no solo se encargan de las presiones y compresiones, sino que llegan a soportar las cargas gracias a los esfuerzos de rozamiento y adherencia, tanto internos como los del terreno o su entorno. 

Viene esto a cuento porque así es como se describe el primer año del gobierno del cambio, el primer año del PAN en la gubernatura, el primer año de Cabeza de Vaca como gobernador de Tamaulipas. 

Sus enemigos y adversarios son rápidos en la crítica y el juicio, y argumentan que como no se ve, el trabajo de esta nueva administración en sus primeros 365 días es inexistente. 

La primer trampa es que hay muchas cosas que no se necesitan ver para saber que existen, o acaso negaría la existencia de sus músculos o huesos tan solo por estar abajo de la piel. 

La segunda trampa es que demeritan los resultados hasta ahora conseguidos porque son resultados que no les representan ningún beneficio, como los planes de austeridad y ahorro, la renegociación de la deuda, la recuperación de los ingresos del impuesto sobre nómina, la limpia de aviadores y nóminas fantasma en secretarías y dependencias, la eliminación de becas a juniors y a las amiguitas de funcionarios, las rentas de edificios a amigos y familiares, la recuperación de bienes públicos, de espacios sociales, y un largo etcétera.

Si algo tienen en común todas estas acciones son un rompimiento con las prácticas del pasado.

¿Todavía cree que es puro rollo? Compare las acciones del gobernador con el mugrero en que el gobierno de Oscar Almaraz tiene sumida a la capital del estado. 

No hay servicios básicos; ni agua, ni luz, ni calles, a la menor lluvia se presentan inundaciones y las esquinas están llenas de basura por culpa de unos servicios municipales ineficientes. 

Si Almaraz no puede con lo más sencillo, como va poder generar mayores oportunidades de empleo, combatir la inseguridad, cuidar del medio ambiente, implementar la transparencia y rendición de cuentas. 

No puede ni podrá, y sabe porque; primero porque no quiere, pero segundo porque sigue las mismas prácticas de los dinosaurios priistas. 

Y por si el estado que padece Victoria no es suficiente prueba, ahí están los 300 millones de pesos que el alcaldito invertirá en obra pública, que curiosamente ninguna servirá para acabar con la escasez de agua o prevenir inundaciones, atraer fuentes de empleo, mejorar la seguridad o generar plazas de trabajo. 

Porque hasta eso, las obras serán exclusivamente para sus amigos, los geñistas, esos que están detrás de su campaña para llegar a la gubernatura. 

Bien lo dice el dicho popular, obras son amores y no buenas razones. Ahí está el primer año del gobernador y el primer año de Oscar Almaraz, compárelos y vea los resultados. 

El gobierno del cambio o más de lo mismo. No se necesita ser un genio para ver la diferencia ni tampoco un gran analista para saber el futuro de ambas administraciones. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) La presencia de Osorio Chong en el informe de Cabeza de Vaca cayó como un balde de agua fría al ex gobernador Eugenio Hernández y toda su bola de cómplices y prestanombres. 

Y es que no es cualquier cosa que el encargado de la política interna en el país haya decidido asistir a la rendición de cuentas de un gobernador panista y que además se encuentra investigando las administraciones anteriores como la del propio Geño. 

2) La fuerza de la naturaleza nos sigue recordando lo vulnerable que somos, ahora la zona conurbada en el sur del estado fue víctima de los embates del clima, ojalá que así como nos unimos tras la tragedia del temblor, se repita la ayuda con nuestros hermanos tamaulipecos.