¿Geño, libre?

 

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Durante los últimos 15 días, versiones de la liberación de Eugenio Hernández Flores han circulado en la opinión pública cada vez con más fuerza. 

La aparición de estos rumores no ha sido gratuita ni tampoco son un producto de la ocurrencia, y es que el tema incluso ha llegado a tratarse al menos dos ocasiones en las últimas dos semanas, en las conferencias mañaneras de la Presidencia de la República. 

Es decir, es parte de la agenda política y mediática a nivel nacional y por supuesto en Tamaulipas. 

Sin embargo, el hecho de que la liberación de presos políticos sea un asunto de moda, no es suficiente para garantizar que el ex gobernador tenga ya un pie fuera de prisión. 

Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, fue la primera en atraer los reflectores al proceso cuando reveló que ha estado en constante comunicación con las hermanas de Eugenio, quienes le han pedido su ayuda para la revisión del caso. 

La Ley de Amnistía era un tema de gran interés para López Obrador hasta que llegó la pandemia. La crisis de salud y sus efectos económicos la dejaron de lado, sin embargo el hecho de que este sea un año electoral a hecho que vuelva a las prioridades del gobierno federal. 

Aunque lo cierto es que fue Sánchez Cordero y no AMLO quien revivió el tema. Y eso cuenta mucho, porque no está claro si la secretaria de Gobernación está aprovechando la ausencia del Presidente para avanzar en su agenda personal o si efectivamente actúa bajo las ordenes de su jefe.

En cualquier caso, la propia secretaria reconoció que el asunto escapa de sus manos, ya que las leyes de amnistía están atoradas en los estados, y sin ellas no puede haber liberación de presos como Eugenio Hernández, ya que sus delitos corresponden al fuero común y no del orden federal. 

Lo que no quiere decir que en la Presidencia de la República estén atados de manos, pero tampoco es tan simple como lo aparentan.

Mientras eso ocurre a nivel nacional, en la capital del estado también se le ha echado gasolina al fuego. 

El reclamo que sufrió Oscar Almaraz por parte de una de las hermanas de su ex jefe y amigo en el Club Campestre hizo oficial lo que todo mundo sabía, el Grupo Victoria está dividido, o mejor dicho Eugenio Hernández ya no pertenece al Grupo Victoria, pues estos lo han dejado solo, a él y a su familia. 

Misma situación que ocurrió en el PRI Tamaulipas, donde los priistas ya no respaldan a Eugenio. Prueba de ello es que Marian Rodríguez Mier y Terán, nuera de Susana Hernández y posición del ex gobernador en el recinto legislativo, dejará de ser diputada federal y en su lugar llegará Montserrat Arcos, quien es impulsada desde el centro del país. 

Y por supuesto está la candidatura de Oscar Almaraz a la diputación federal por Victoria por Acción Nacional, algo que no necesita explicación pero que confirma que la traición de Almaraz a Eugenio no ocurrió en 2021 o 2020, sino mucho antes. 

Todo esto ha acercado a Eugenio con MORENA, o al menos con sus operadores, como la secretaria de Gobernación. 

Lo que no quiere decir que Eugenio sea alguien cercano al Presidente, pues AMLO ha denunciado, con grabaciones incluidas y en repetidas ocasiones, el fraude electoral que operó Hernández Flores en las elecciones presidenciales en favor de Felipe Calderón.

Terco y rencoroso son dos adjetivos que los adversarios del presidente utilizan para describirlo, y serían precisamente estas dos razones los principales obstáculos que enfrenta Eugenio Hernandez para que pueda quedar libre… sin importar todo lo que se esfuerce Sánchez Cordero por demostrar lo contrario. 

Pues eso.