Gattás: juicio político y destitución

 

Gattas

La pérdida de la mayoría legislativa de Morena en el Congreso local no solo significa que Lalo Gattás se quedará sin su ansiado fondo de capitalidad (para el 2023), sino que además lo deja a un paso para ser removido como presidente municipal de Victoria ante un eventual juicio político en su contra. 

Es verdad que los alcaldes no tienen fuero, por lo que su cargo público no los protege ante una orden de aprehensión (un amparo sí), sin embargo el juicio político seguiría siendo necesario para separarlo del cargo para el que fue electo democráticamente. 

Un juicio político donde se requiere el voto de las dos terceras partes de los legisladores, es decir, 24 de 36 sufragios.

Luego de la purga en Morena, su grupo parlamentario se ha reducido a 14 integrantes, mientras que el PAN tiene 15, el PRI 2, MC 1 y los legisladores sin partido ya son 4, para un total de 36 diputados. 

Así que solo dos votos (tres si se cuenta a Gustavo Cárdenas como aliado de Morena) son los que mantienen a Gattás como alcalde. Suponiendo generosamente que ya no habrá más cambios en los grupos parlamentarios, lo que todavía es una posibilidad. 

Sin embargo hay otra alternativa que haría posible el juicio político contra Gattás, en realidad es una estrategia que tanto el PAN como Morena nos han mostrado en más de una ocasión. Se trata de la repentina ausencia de legisladores. 

El quórum legal para llevar a cabo una sesión es la mitad más uno del pleno, así que la disminución de los asistentes obligaría a recalcular las dos terceras partes. Por ejemplo, con 30 asistencias, 20 se convierte el número necesario de votos para aprobar la remoción del alcalde mediante un juicio político. 

La Fiscalía Anticorrupción del Estado y la Unidad de Inteligencia Financiera investigan a Gattás por tres delitos del fuero común que en conjunto podrían derivar en 35 años de prisión: cohecho, asociación delictuosa y operar con recursos de procedencia ilícita. 

Sin embargo, el alcalde de Victoria también podría ser sancionado por el delito federal de defraudación fiscal. 

Las autoridades estatales ya han presentado pruebas contundentes en su contra, como los pagos desde su cuenta bancaria de forma electrónica y mediante cheque, para el enganche de una residencia en la playa con valor superior a los 11 millones de pesos, sin que se conozca la actividad empresarial que respalde dichos ingresos. 

Gattás está acorralado, él lo sabe, por eso el terror y la desesperación en sus declaraciones luego de la salida de los legisladores de Morena: “Estamos en el recuento de los daños, siempre he dicho que toda acción existe una reacción, tanto positiva como negativa. Yo estoy en desacuerdo con la salida de los compañeros de la bancada de Morena y creo que va haber consecuencias. Es una fórmula de la física: acción, reacción. Creo que va haber una sacudida en Tamaulipas, y ellos van a tener sus consecuencias de haber tomado una decisión y haber debilitado la bancada en el Congreso del Estado… fíjense lo que les estoy diciendo y con qué tiempo lo digo: de que se van a regresar, se van a regresar, al tiempo hablamos”.

Pero mientras Gattás hacía estas declaraciones, Armando Zertuche no solo expulsaba a Nancy Ruiz Martínez y a Consuelo Nayeli Lara Monroy de Morena, sino que además echó al diputado Jesús Suárez Mata y a la legisladora Leticia Vargas Álvarez, por votar a favor de las propuestas del PAN.   

Así que eso de que “van a regresar, al tiempo hablamos” no es más que una plegaria de Gattás, quien está más preocupado por su futuro político inmediato, que el futuro político de Morena. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) Mientras el PAN convencía a los legisladores de Morena a cambiar de bancada, Armando Zertuche todavía perdía el tiempo cabildeando el fondo de capitalidad para el 2023. 

Este año resulta imposible reasignar los recursos estatales porque el presupuesto sencillamente ya se está ejerciendo, y hasta que no haya un gobernador electo y se conozca su visión y sus proyectos para la capital de Tamaulipas, tampoco hay mucho que hacer para cabildear mayor presupuesto para el municipio para el próximo año. 

Pero la premura de Gattás para dejar “amarrados” los recursos refleja el oscuro panorama que enfrenta el alcalde de Victoria, sin importar cuál partido sea el ganador en las próximas elecciones.