Estrategia equivocada

Este sábado 19 de octubre, el Senador Ismael García Cabeza de Vaca presentó en Ciudad Victoria su primer informe de labores, como lo hizo en días pasados en la zona sur y zona norte del estado. 

Además de atender un encuentro con los medios de comunicación, el Senador se reunió con militantes panistas, empresarios y sociedad civil, de quienes escuchó de viva voz sus propuestas e inquietudes. 

Fue precisamente en la rueda de prensa donde Ismael García Cabeza de Vaca dejó muy clara su postura frente a los hechos ocurridos el jueves pasado en Culiacán, Sinaloa.

El legislador tamaulipeco fue contundente y mostró su desacuerdo con la estrategia del Gobierno Federal de haber liberado a un “objetivo cautivo”. 

Esto, dijo, “deja un muy mal precedente a nivel nacional, manda un mensaje muy equivocado a la delincuencia y deja muy mal paradas a las fuerzas federales”.

El Senador García Cabeza de Vaca puso a Tamaulipas como ejemplo de que cuando las cosas se hacen bien, los resultados se logran.

Lo reconoció el propio López Obrador en su reciente gira por la entidad y lo respaldan las estadísticas del Secretariado Ejecutivo de Incidencia Delictiva de la Federación, que registran desde el año pasado una baja sostenida en los índices de inseguridad en nuestro estado. 

Así que el legislador sabe muy bien de lo que habla.

Entonces, si la evidencia es tan clara, cuál es el empeño del Presidente en defender una estrategia de seguridad equivocada. 

En primer lugar está su aversión a todo lo que huela al pasado. Su ruptura con los gobiernos anteriores lo llevó a la presidencia, aprovechado el hartazgo ciudadano. Así que será difícil, por no decir imposible, que López Obrador acepte que antes de su gobierno no todo estaba podrido. 

Este trauma por no repetir el pasado ha llegado al extremo de permitir la violación de la ley para no ser comparado con los gobiernos autoritarios que utilizaron el uso de la fuerza pública en contra de los movimiento sociales. 

En segundo lugar está precisamente la definición de lo que AMLO considera legal o moralmente aceptable. 

Porque para el Presidente el crimen organizado es un movimiento social al que no debe combatirse, sino por el contrario, apoyarlo para que desista de sus actividades. 

A eso se refiere cuando dice que hay que “atacar las causas del crimen” que para él no es otra cosa que la pobreza. 

En tercer lugar está la motivación electoral. Para López Obrador el crimen no merece ser combatido porque sencillamente los delincuentes no representan un peligro electoral para su Movimiento en las urnas. 

Para AMLO son más peligrosos sus adversarios políticos y empresariales para su proyecto de nación, que los propios cárteles de la droga. Como lo ha dejado claro la reciente reforma aprobada para combatir la defraudación fiscal.

Pero que el Presidente cierre los ojos o voltee para otro lado no quiere decir que el problema desaparecerá. Por el contrario, solo se irá haciendo más grande. 

Y este es el mayor peligro para el gobierno de la Cuarta Transformación, pues así como López Obrador ganó su legitimidad en las urnas, también la puede perder ante los pésimos resultados de su administración.

Porque ya no estamos hablando de cifras económicas o de proyectos de infraestructura, hablamos de vidas humanas, abandonadas y desprotegidas por las autoridades federales. 

El argumento de que se actuó por la búsqueda de un bien mayor es una falacia. AMLO no gobierna Culiacán o Sinaloa, López Obrador es el Presidente de la República, así que sus decisiones deben tomarse en ese contexto. 

Al claudicar el Estado en su obligación de garantizar la paz social en Culiacán, puso en riesgo a todo el país, pues demostró lo fácil que es convertir a la sociedad en escudo y rehén de las actividades ilícitas, y todo con la complacencia de las autoridades. 

El verdadero costó de lo ocurrido en Culiacán apenas está por verse, pero una cosa sí es muy clara, será mucho más caro de lo que pudo haber ocurrido en este jueves negro donde el Gobierno Federal fue vencido por los criminales. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo: 1) El Gobernador del Estado puso en marcha un programa de subsidios en derechos de control vehicular y tenencia para beneficiar la economía de las familias tamaulipecas. 

El programa ofrece un 20 por ciento de subsidio en derechos por servicios de control vehicular generados durante el 2019 en referendo, expedición, reposición o canje de placas. 

De igual forma, un subsidio del 50 por ciento en servicios de control vehicular generados en el 2018 y años anteriores. 

En cuanto, a multas, recargos, gastos de ejecución y cobranza por falta de pago oportuno en derechos por servicios generados durante los ejercicios fiscales 2019 y anteriores, el subsidio es 50 por ciento.

En tenencia generada hasta el ejercicio fiscal 2018, aplicará 50 por ciento de subsidio, mientras que se ofrece un 100 por ciento de subsidio en recargos por este derecho.

2) Xicoténcatl González reconoció el trabajo legislativo del Senador Ismael García Cabeza de Vaca, especialmente entre los grupos vulnerables que requieren más atención y apoyos. 

El presidente municipal de Victoria dijo que el Senador por Tamaulipas se ha caracterizado por defender las necesidades de las madres trabajadores, después de que la federación retirara los recursos a las estancias infantiles.

Además, Xico agradeció a Ismael la defensa del presupuesto estatal y municipal ante los recortes que el gobierno federal propone para el próximo año.  

3) La Facultad de Enfermería de la UAT-Victoria organizó un programa de concientización para la detección temprana y tratamiento del cáncer de mama.

“Lamentablemente es la primer causa de muerte en la población femenina, y en México se han incrementado los casos, muriendo cada dos horas una mujer por esta razón” dijo Laura Roxana de los Reyes Nieto, directora del plantel. 

Apuntó que una de las acciones más importantes es la prevención, ya que si se detecta a tiempo la sobrevivencia es del 90 por ciento.