El médico brujo

En la pasada semana, no una sino dos veces, el Presidente López Obrador renegó de la ciencia y la educación para tomar decisiones. 

“La política tiene que ver más con el sentido común… con el juicio práctico… (la política) es hacer historia… No crean que tiene mucha ciencia gobernar.”

La frase podría haberse tomado como un desliz, un lapsus linguae como los tantos que tuvo Peña Nieto. 

Pero días después AMLO se fue doble o nada contra la educación. 

Fue precisamente en una gira por Oaxaca, estado de los más pobres y analfabetas del país, donde el ejecutivo federal dijo que no era una gran ciencia hacer un camino carretero. 

 

“Qué decían los ingenieros, los funcionarios: cómo van a hacer los caminos los pueblos que no tienen capacidad técnica, como si fuese una gran ciencia hacer un camino.”

 

Y si a esto se le agrega además el desmantelamiento del Conacyt, con la reducción de su presupuesto, incluidas las becas, y la abolición de la última Reforma Educativa que tanto trabajo costó implementar, el mensaje es claro. 

Mientras tanto, ayer los propios estudiantes salieron a protestar en todo el país contra el gobierno de AMLO porque las famosas becas Benito Juárez siguen sin aparecer. 

Para ser justos, al Presidente no se le puede criticar de incongruente, reniega de la ciencia y la educación y al mismo tiempo reduce los apoyos y recursos.

López Obrador tiene razón cuando dice que gobernar es fácil, si entendemos gobernar como su mínima definición, que es la de tomar decisiones. 

Pero entonces tenemos que ser claros en decir si se está gobernando bien o se está gobernando mal. 

Y ahí los resultados son los que hablan, y francamente México va de mal en peor. 

En los últimos seis meses solamente el secuestro a registrado un aumento de 53 por ciento (datos oficiales).

El robo a trenes, camiones de carga, casa habitación y negocios a pasado de 27 a 42 por ciento desde que AMLO es presidente. 

Mucho ojo, se trata de delitos que no tienen que ver con el narcotráfico, otro tema del que tampoco se han tenido avances. 

La escasez de medicamentos no era un problema hasta el inicio de este sexenio.

La industria de la construcción está paralizada ante la incertidumbre que el propio gobierno federal ha generado. 

Las calificaciones crediticias de Pemex, así como el riesgo país han empeorado, lo que significa un mayor costo del dinero y el encarecimiento de la deuda. 

Sin olvidar tampoco los 148 mil despidos de burócratas y la desaparición de las estancias infantiles.

Y eso apenas es una muestra, pero usted elija el tema y los números (es decir, la realidad) están muy lejos de respaldar a López Obrador. 

Pero esa es la consecuencia cuando se gobierna con “sentido común” y no con capacidad técnica.

El problema es que apenas llevamos seis meses del nuevo gobierno, y como si este fuera el país de las maravillas, AMLO ya planea un festejo por el aniversario de la elección que lo llevó al poder. 

México no tiene un estadista gobernando, mucho menos a un caudillo o a un héroes de la patria, lo que sí tenemos es a un médico brujo recetando purgas y friegas de alcohol. 

Porque quien necesita la ciencia cuando se tiene la fe… o a AMLO gobernando.

Pue eso. 

Es bueno saberlo: 1) El acuaférico finalmente será puesto a trabajar al 100 por ciento de su capacidad. 

Desde que se activó en 2018 solo funcionaba al 25 por ciento. 

Esto gracias a la inversión que destinó el gobierno estatal para poner a funcionar 5 interconexiones de la red de tuberías, pues apenas se contaban con tres. 

2) El Cabildo de Victoria, encabezado por el Doctor Xicoténcatl González, aprobó someter a consulta el Reglamento para el Cambio Climático para Victoria. 

Se trata de generar conciencia en los ciudadanos y al mismo tiempo involucrarlos para revertir el daño que le hemos causado a la naturaleza. 

Se trata de un plan general de prevención, así que participe y haga sus propuestas. 

3) La Universidad Autónoma de Tamaulipas realizó el tercer congreso de “Cuidados Paliativos y Clínica del Dolor”, un encuentro académico y científico organizado por la UAT, el Gobierno del Estado y la Secretaría de Salud. 

En las conferencias y talleres, desarrollados durante tres días, participaron estudiantes y profesionales en las áreas de enfermería, medicina, terapia física, psicología, trabajo social y nutrición, así como el público en general.