El fracaso del INSABI y el turno de los gobernadores

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Las fuertes críticas y señalamientos en contra del Instituto Nacional de Salud y Bienestar (Insabi) provocó la reacción del gobierno federal para contener la crisis. 

Su respuesta se dio desde dos ángulos; el mediático y el operativo, aunque en ambos casos la reacción fue superficial, sin atender la verdadera raíz del problema. 

En el caso mediático, el propio Presidente intentó desviar la atención del tema con la sugerencia de rifar el avión presidencial con boletos de lotería de 500 pesos. 

Algo imposible, por el pequeño detalle que el avión se encuentra arrendado y no es propiedad de la nación. Por lo que la famosa rifa, que tantos memes produjo, es sencillamente una farsa. 

Esto ya lo sabía el Presidente, pero de nuevo, su objetivo nada tenía que ver con el avión y sí con cambiar el tema principal de la agenda mediática: la crisis nacional de salud. 

La segunda respuesta del gobierno federal fue el nombramiento de nuevos representantes del IMSS en los estados, lo que servirá para cambiar absolutamente nada del nuevo modelo. Se trata pues de una medida cosmética para simular que se están tomando cartas en el asunto. 

La verdad es que AMLO y su gobierno no saben porque su modelo de salud no funciona. O mejor dicho, sí lo saben, pero han decidido ignorar la realidad. 

La prueba es que a 20 días de haber arrancado el Insabi, los morenistas se siguen reuniendo con los titulares de los organismo de salud para diagnosticar porque no funciona el modelo propuesto por López Obrador. 

Para eso no hay mucha ciencia, los profesionales del sector ya lo han señalado, pero es algo que el Presidente se niega a escuchar, se trata de la falta de recursos.

Sin el presupuesto suficiente el nuevo modelo no puede funcionar, y el costo que sufrirá nuestro país no será únicamente monetario, sino que será medido con la pérdida de vidas humanas. 

Para ponerle números, lo que se necesita para ofrecer atención médica a las personas que no cuenten con servicios como el IMSS o ISSSTE es un presupuesto de 2.5 a 3 por ciento del PIB adicional a lo que el gobierno ya gasta en la actualidad.

Recursos que simplemente no se asignaron en el presupuesto de este año, así que no es ninguna sorpresa que los servicios de salud no estén funcionando. Y que tampoco funcionarán  para finales del año, como el propio Presidente a declarado. 

Así que tras el fracaso del nuevo modelo de salud púbica federal, los gobernadores panistas han presentado su plan alternativo para corregir los errores y las francas omisiones del instituto creado por López Obrador para sustituir al Seguro Popular. 

De entrada, los nueve mandatarios de Acción Nacional, entre ellos Cabeza de Vaca, proponen que se establezca a la brevedad una mesa técnica con representantes de los estados y la propia federación, para garantizar un modelo de atención que cuente con servicios gratuitos de calidad, así como doctores, medicinas y equipo suficiente. 

Esto puede resultar una obviedad, el problema es que el modelo de atención que plantea el Insabi no garantiza ninguna de las condiciones anteriores. 

Además, los gobernadores demandan a las autoridades federales la firma de un convenio de colaboración que sustituya los acuerdos de adhesión y coordinación que la federación les ha presentado a las entidades del país. 

Una de las razones para este nuevo convenio es para que se aclare y transparente el destino de los 40 mil millones de pesos que pertenecían al Seguro Popular y que cuentan con recursos estatales, pues hasta el momento no se ha detallado que pasara con este presupuesto. 

La propuesta de la oposición será detallada en su totalidad en las próximas 48 horas, solo resta esperar a que AMLO recapacite y acepte su error, lo que prácticamente parece imposible.

En cambio, lo único que podemos asegurar es que las ocurrencias presidenciales en las conferencias mañaneras irán en aumento, todo sea por desviar la atención de las víctimas del Insabi. 

Pues eso. 

Es bueno saberlo.- 1) Como en las sagradas escrituras, en la reunión de AMLO con los gobernadores, Cabeza de Vaca fue sentado a dos lugares a la derecha del Presidente. 

Un claro reconocimiento del liderazgo del gobernador de Tamaulipas, y a su labor política desde la oposición. 

Porque por más que le duela reconocer a la Cuarta Transformación, Morena no gobierna sola y ante la falta de resultados de su administración, ha quedado claro que hoy más que nunca que el gobierno federal ocupa del resto de las fuerzas políticas para rendir buenos resultados. 

2) Así que la gira del Presidente por Tamaulipas en los próximos días no es ninguna casualidad, sino más bien una consecuencia.