Dos pájaros de cuenta

Muy rápido se le cayó su teatro a Simón Levy, casi tan rápido como al ex gobernador Cabeza de Vaca. 

Que este par sean amigos y se entiendan tan bien ya debe decir algo. 

Las mentiras de Levy en las últimas 24 horas son tan evidentes, al grado de resultar grotescas.

Negar su proceso de extradición cuando las autoridades lo han confirmado, o decir que está en Washington utilizando fondos de pantalla falsos, quedando en evidencia con sus mismas transmisiones, solo confirman lo fácil que es para Levy utilizar la falsedad como argumento.

Y ni se diga de esa historia del atentado ¿usted cree que en Washington o en Lisboa un acto de este tipo habría pasado desapercibido? 

El episodio sirve para retratar lo desesperado que se encuentra Simón Levy ¿Le recuerda a alguien?

Cabeza de Vaca y Levy utilizan el mismo manual, porque ante su falta de credibilidad buscan convertirse en víctimas: “perseguido político” y “víctima de un atentado” son cortinas de humo para evitar mayores cuestionamientos. 

Y ahí es precisamente donde se debe abundar. 

¿Por qué Simón Levy huye de la justicia? Si según él no ha cometido ningún delito ¿a qué le teme?

¿Por qué Cabeza de Vaca no viene a México? ¿Por qué no declara sobre los procesos de corrupción contra sus funcionarios? 

Estamos viendo dos caras de la misma moneda. 

Pero así como Levy está a unos pasos de enfrentar la justicia, Cabeza de Vaca se encuentra también en las mismas condiciones. 

No es gratuito que el ex gobernador aumente su presencia en las redes sociales. Lo mismo hace Levy para mantener su mentira el mayor tiempo posible. 

En cambio, cuando se les confronta con la verdad recurren a los insultos y escapan despavoridos de cualquier discusión seria.

El diputado local Humberto Prieto volvió a confrontar a Cabeza de Vaca y le propuso un debate. Incluso le ofreció hacerlo por videoconferencia. Cabeza, por supuesto, no aceptó. 

Lo del ex gobernador es el monólogo no el contraste de ideas. Lo de Simón Levy también. 

Son dos pájaros de cuenta. 

Pues eso.