Claudia ganó el debate

Claudia Sheinbaum ganó el primero de los tres debates presidenciales rumbo a la elección del 2 de junio. 

Lo ganó porque luego del intercambio de ideas, las preferencias electorales no sufrirán mayores cambios, y ella va en primer lugar por más de 20 puntos. 

Su objetivo era cuidar su ventaja y lo consiguió sin mucho esfuerzo. 

El debate lo ganó Claudia porque sus rivales, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, eran quienes estaban obligados a generar un mayor impacto y no lo hicieron. Desaprovecharon la oportunidad. 

Claudia ganó porque fue consistente y disciplinada, se apegó a su plan y lo cumplió. Presentó propuestas cuando tuvo que hacerlo y contraatacó cuando lo consideró conveniente.

Y en el intercambio de golpes con Xóchitl Gálvez, como dirían en las peleas de box, la candidata opositora no se fue limpia. 

Incluso Xóchitl tuvo que declararse como una política sin partido, y negar al PRI y al PAN por su pasado de corrupción. 

Es verdad que le faltó elocuencia a la ex jefa de gobierno, pero no la necesitó. Sus rivales tampoco la tuvieron y a ellos sí les hizo falta. Especialmente a Xóchitl, quien presume carisma y naturalidad, pero esta vez se vio acartonada y muy nerviosa. 

Cuando se piense en este debate se podrán recordar las fallas técnicas en los relojes que condicionaban las participaciones de las candidatas y el candidato, y en la sonrisa congelada de Álvarez Máynez, que la matuvo prácticamente durante las dos horas que duró la transmisión. Pero no mucho más. 

Los moderadores cumplieron con su papel. Les faltó ser más incisivos para enriquecer el debate, pero tampoco era su obligación compensar las participaciones insípidas de las candidatas y el candidato. 

En las propuestas sobre Educación, Salud, Transparencia, Combate a la corrupción, No discriminación y Combate a la violencia contra la mujer, temas de este debate, no hubo mayores novedades. 

Xóchitl habló de privatizar servicios de salud y la entrega de medicamentos.

Sheinbaum acompaño sus propuestas con ejemplos de como lo había hecho como jefa de gobierno de la Ciudad de México. Precisamente esa fue su frase más repetida del debate: ‘Cuando fui jefa de gobierno..’. 

Y eso le dio solidez y credibilidad, porque no solo respondió con su plan de gobierno, sino que demostró como ya lo había hecho antes. 

La única estrategia clara de Xóchitl fue la de no atacar a López Obrador. Seguramente porque calculó que esto le traía más costos que beneficios, dada la elevada popularidad del presidente. 

Eso redujo su área de ataque, tanto que perdió el tiempo en contestarle al tercer lugar de las preferencias cuando fue señalada por el candidato de Movimiento Ciudadano, y ocurrió en más de una ocasión. 

Mientras que Máynez lo único que consiguió es que la gente le pusiera una cara al candidato de Movimiento Ciudadano, pero no más.

El debate no mueve las preferencias electorales, tampoco moverá la estrategia de MORENA ni de Claudia Sheinbaum. 

Debería de servir para evaluar (y cambiar) la estrategia de campaña Xóchitl y de Máynez.

Por lo pronto el primer trámite ya está cumplido y Claudia puede celebrar cómodamente su triunfo en este primer debate presidencial. 

Pues eso.