SIN CRECIMIENTO 

"No todo cambio es crecimiento, no todo movimiento es un avance".

Ellen Glasgow
 
 
El Proyecto de Nación 2018-2024 de Andrés Manuel López Obrador señalaba que entre 1993 y 2016 la economía mexicana sólo había crecido 2.6 por ciento de promedio anual.

"Es sin duda un crecimiento insuficiente", advertía. Con la expansión de la población, el crecimiento per cápita disminuía a 0.4 por ciento anual.

"La información estadística y los datos duros muestran que, en términos económicos y la evolución del PIB per cápita, en México no hay nada nuevo que contar".

En 2016, afirmaba el documento, 53.4 millones de mexicanos se encontraban en pobreza, 600 mil más que en 2010. Aunque reconocía una reducción de 3.5 millones en la pobreza extrema desde 2010, añadía "aún existen 9.3 millones de mexicanos en esta condición".

No sorprende que los electores hayan recurrido en 2018 a una nueva opción. Un país con tanto potencial como México merecía un más alto crecimiento y una menor pobreza. Y el Proyecto de Nación se comprometía a "promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible".

Al final estas palabras quedaron en el basurero de las promesas políticas. No sólo no se aceleró el crecimiento, sino que desapareció y la pobreza ha aumentado. De nada ha servido que el Gobierno regale enormes cantidades de dinero en programas sociales.

El sexenio de Enrique Peña Nieto cerró con un crecimiento de 2.2 por ciento, pero la economía empezó a desfallecer al inicio del nuevo Gobierno.

En 2019 se registró una contracción de 0.1 por ciento, que se profundizó a 8.4 por ciento en 2020, el año de inicio de la pandemia. En 2021 hubo un rebote, de 5 por ciento, pero el saldo sigue siendo negativo. Lo peor es que en los últimos dos trimestres de 2021 tuvimos cifras negativas: -0.4 y -0.1 por ciento.

El estancamiento mexicano contrasta con el crecimiento de la economía de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.

En el cuarto trimestre del año pasado, mientras la economía mexicana se contraía, la estadounidense se expandía 1.7 por ciento (6.9 por ciento anualizado). La Unión Americana ya ha superado el nivel que tenía antes de la pandemia, nosotros sólo lo alcanzaremos en 2023 o 2024.

Ante la falta de crecimiento, el número de mexicanos en pobreza ha aumentado. La pobreza general estaba en realidad en 52.2 millones en 2016, pero se redujo a 51.9 millones en 2018, sólo para dispararse a 55.7 millones en 2020, según el Coneval.

La pobreza extrema pasó de 8.7 millones en 2018 a 10.8 millones en 2020. La pandemia ha tenido un papel indudable, pero la caída económica empezó antes como producto de las medidas que el Gobierno ha tomado para inhibir la inversión productiva privada.

Sorprende que en una situación de estancamiento el Presidente mantenga altos niveles de popularidad. Una de las razones, sin duda, es su capacidad de comunicación. La otra ha sido el reparto de dádivas gubernamentales, que, al contrario de lo que ocurría con otros presidentes, se identifican personalmente con López Obrador.

Al final, si no hay crecimiento, no habrá creación de riqueza ni disminución de pobreza. La inversión productiva se ha desplomado y podría hacerlo más si se aprueba la contrarreforma eléctrica, que inutilizaría total o parcialmente fuertes inversiones en generación ya realizadas.