SIGUEN LAS APUESTAS

Entre reforma eléctrica, Sembrando Vida, Lozoya, la UNAM... hemos dejado de lado el análisis detallado del Presupuesto del gobierno. Se trata de un asunto no menor, porque me parece que ya estamos en un camino preocupante, que puede colocarnos en una crisis fiscal en muy poco tiempo. Meses, inclusive.

Como usted sabe, los ingresos del gobierno provienen fundamentalmente de impuestos, y en segundo lugar de ingresos petroleros. En este segundo tema, debemos considerar que Pemex, para mantener su plataforma de producción, está gastando cada vez más. De hecho, no le alcanza para pagar los derechos que debería, y para hacerlo debe endeudarse. Esto significa que nos engañan, porque la deuda la pagaremos nosotros. Por esa razón, preferí construir una serie de ingresos petroleros netos, sin dividir entre gobierno federal y Pemex, y descontando desde el inicio los gastos en que la empresa incurre para producir (los detalles los puede ver en www.patreon.com/macariomx).

En estos días, con un precio de la mezcla mexicana cercano a 65 dólares por barril, la aportación neta de Pemex es de cerca de 550 mil millones de pesos. Es más o menos lo mismo que aportaba en 2004, con la mezcla en 31 dólares, menos de la mitad del precio actual. Para los próximos años, la aportación será cada vez menor, porque tanto los gastos operativos como las inversiones tienen que ser mayores para sostener una plataforma de producción que ya no da. Para 2022, el ingreso neto proveniente del petróleo lo estima Hacienda en 460 mil millones de dólares (sin contar el gasto no programable de Pemex).

El resto de organismos y empresas no aporta ingresos, sino gastos. Este año, las pérdidas netas de IMSS, ISSSTE y CFE rondarán 920 mil millones de pesos, y Hacienda las estima en 990 mil millones para el próximo año. Creo que habrá 100 mil millones más de faltante en ese renglón.

De forma que prácticamente todo depende de la recaudación tributaria. En este rubro, Hacienda espera obtener casi 4 billones de pesos, más de la mitad de ellos (2.07 billones) de parte del Impuesto sobre la Renta (ISR), 1.2 billones de IVA, 500 mil millones de IEPS, y 150 mil millones de todo lo demás. La estimación del IVA parece muy razonable, pero la del IEPS no, considerando que buena parte de ese impuesto proviene de gasolina y diésel, y por querer mantener su precio fijo, se ha reducido la recaudación. Es probable que nada más en el IEPS haya una sobreestimación cercana a los 100 mil millones de pesos.

Algo similar ocurre con el ISR que, en la estimación más alta que consigo, recaudaría 2 billones, pero es probable que esté un poco debajo de esa cifra. Dicho de otra forma, aquí también faltarán cerca de 100 mil millones.