Salpicón a la Lozoya
Mientras la fortaleza del COVID-19 sigue cobrando vidas.
La economía mexicana sigue moribunda y en terapia intensiva.
Presenta severos daños en sus principales indicadores vitales.
El INEGI ha presentado durante julio, una serie de estudios que confirman la gravedad del paciente.
ACTIVIDAD INDUSTRIAL: El indicador mensual de la actividad industrial, se redujo drásticamente en 29.7% respecto a mayo de 2019.
SECTOR MANUFACTURERO: El personal ocupado en este sector se redujo 5.8% respecto a mayo de 2019 y las horas trabajadas un 27.5%.
BALANZA COMERCIAL: Las exportaciones no petroleras cayeron 11.6% y las petroleras 35.6%, respecto a junio de 2019. Las importaciones también se desplomaron un 22.2% anual.
EMPRESAS COMERCIALES: Los ingresos reales del comercio al por mayor cayeron 23.8% respecto a mayo de 2019, mientras que los ingresos de las empresas comerciales al por menos se redujeron 23.4%.
ACTIVIDAD ECONÓMICA: El indicador global de la actividad económica, se contrae 21.6% respecto a mayo de 2019.
EMPRESAS CONSTRUCTORAS: Este indicador se desploma en el valor de su producción 34.2% y en las horas trabajadas 22.5%, respecto a mayo del año pasado.
CONSUMO PRIVADO: El indicador mensual de consumo privado en México, se redujo 22.3% respecto a abril de 2019.
FORMACIÓN DE CAPITAL: La inversión fija bruta se desplomó en abril un 37.1% respecto al mismo mes de 2019.
CONFIANZA EMPRESARIAL: La confianza del sector manufacturero sobre la economía, cayó 12.8 puntos respecto a junio de 2019, del sector comercio se redujo 13.8 puntos y la del sector construcción perdió 12.8 puntos.
CONFIANZA DEL CONSUMIDOR: Un indicador que refleja la situación de los hogares y sus expectativas económicas futuras, se redujo 11.7 puntos en relación a junio de 2019.
EMPLEOS: Entre febrero y junio de 2020, el número de trabajadores que se registraron en el IMSS se redujo en 1.1 millones de personas.
El TAC de la economía refleja la gravedad del paciente.
Debilidad económica que contrasta con la potencia de la pandemia.
Si durante marzo, abril y mayo el número acumulado de casos confirmados fue de 90,664, en junio fue de 135,425 y en julio de 164,427.
Mientras que durante marzo, abril y mayo el número de muertas acumuladas fue de 9,930, en junio fueron 17,839 y en julio 17,818.
Ni curva domada ni vamos de salida.
Los indicadores de la economía se colapsan y los del virus se disparan.
Mientras la economía agoniza la pandemia sigue cobrando vidas.
Brillando por su ausencia los apoyos del gobierno federal a la economía de las familias, para que las y los mexicanos pudieran quedarse en sus casas sin desesperarse y con alimentos en la mesa.
Pero en lugar de soluciones el Gobierno Federal ofrece espectáculo político.
EMILIO LOZOYA AUSTIN regresa a México como platillo especial de la 4T.
Escondido y engañando a los medios de comunicación, fue ingresado a un hospital privado en donde cumple 10 días internado.
Diez días en que el Fiscal General de la República ha brillado por ausente.
ALEJANDRO GERTZ MANERO nos debe una explicación.
¿Cuál es el estatus jurídico del ex Director de PEMEX? ¿A cambio de qué se dispone a prestar su videoteca?
Salvo por las filtraciones mediáticas, utilizadas para sacar raja política a favor de la 4T, poco sabemos sobre su situación jurídica.
Debiendo ser la transparencia un instrumento para combatir a la corrupción, su lugar ha sido ocupado por la opacidad.
EMILIO LOZOYA AUSTÍN ya fue juzgado mediáticamente, cuando todavía no pisa prisión ni ha declarado ante un juez.
Su presunción de inocencia fue atropellada y ha quedado desfigurada.
Tal parece que su retorno es un distractor, para desviar la atención de lo que sucede con la salud, la inseguridad y la economía del país.
Y para linchar mediáticamente a los adversarios de la 4T.
En lugar de una cirugía mayor para reanimar al paciente.
Pero resulta difícil tapar el sol de la pandemia con un dedo.
Sus estragos y la recesión económica que provoca, están a la vista de todos, son acumulables y no se pueden ocultar.
Aunque nos sirvan en la mesa mediática Salpicón a la Lozoya.
El nuevo platillo del menú político mexicano.
Preparado con una taza de sospechosismo, medio kilo de verdades a medias, un manojo de filtraciones, otro de opacidad y un servidor público dispuesto a realizar el trabajo sucio rumbo a las elecciones de 2021.
¡Provecho!