REFLEXIÓN DOMINICAL

La Palabra de Dios escrita en la Biblia que se proclama en la misa dominical es orientadora, es guía para la semana de todos los creyentes
Los deseos y las necesidades de la gente olvidada son ahora el motivo del proyecto de Dios. “Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas de todos los países de donde los habían expulsado y los volveré a traer a sus pastos , para que ahí crezcan y se multipliquen “. El Profeta anuncia una notica llena de esperanza : vienen tiempos mejores: “haré surgir un renuevo del tronco de David”
Estos tiempos se cumplirán en la persona de Jesús, pastor justo y prudente, que comprende al pueblo y atiende sus necesidades: “Vio una numerosa multitud que le estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor y se puso a enseñarle muchas cosas”. Allí comienza a construir un nuevo pueblo.
Jesús invita a los apóstoles “a un lugar apartado tranquilo porque no los dejaban tiempo ni para comer”. Allí muestra su lado humano, sabe que los trabadores tienen derecho a descansar.
Ese lugar representa un realidad distinta, con un panorama diferente es una paraje despoblado, es decir, no es ya el pueblo en torno al Templo y apegado a las tradiciones, no es la sociedad donde unos tienen privilegios y otros no, donde hay diferencias de clases y una injusta división entre ricos y pobres, allí no rige la ley que exige la pureza para poder ingresar y pertenecer , dejando fuera a los impuros por causa del pecado, la enfermedad o la ignorancia. Es un lugar en donde hay que comenzar de cero donde la justicia es garantía de paz e igualdad, es un lugar tranquilo.
Se puede orar con las palabras de la oración de la misa: “Se propicio Señor, con tus siervos y multiplica, bondadoso, sobre ellos los dones de tu gracia, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y la caridad, perseveren siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos”.
Que el buen Padre Dios les acompañe todos los días.