Plutofobia nacional

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Minutos antes de la masacre ocurrida en El Paso, Texas, hace unos días, el asesino publicó en línea un manifiesto de odio antiinmigrantes.

De acuerdo con el Mapa de Odio del Centro de Leyes de Pobreza del Sur, a partir de la campaña presidencial de Trump y en lo que va de su gestión han surgido 128 nuevos grupos de odio en Estados Unidos, lo que demuestra una vez más que las descalificaciones, imputaciones y burlas hacia determinados grupos y personas en voz del Presidente de un país tienen consecuencias.

Si allá el Presidente Trump ha hecho ver a los inmigrantes, especialmente a los mexicanos, como la causa de todos sus males, acá los discursos y epítetos ofensivos de nuestro Presidente hacen ver a todos los que no lo apoyan, especialmente a los mas prósperos, como culpables de la pobreza de millones de mexicanos.

Afortunadamente en México las armas están prohibidas, lo cual minimiza el riesgo de que un fanático de la 4T entre a una escuela privada o a una tienda de lujo a matar "fifís" a mansalva.

Sin embargo, el discurso de "austeridad republicana" que AMLO pronuncia a diario, en el que confunde calidad con despilfarro y éxito económico con corrupción, ha comenzado a permear en la mente de los que menos tienen, de los ignorantes, de los fracasados y resentidos y, peor aún, de los delincuentes, quienes han encontrado en la máxima autoridad del País explicaciones falaces a la pobreza o justificación para cometer delitos, los cuales en lugar de ser vistos como violaciones a la ley merecedoras de castigo son vistos ahora como actos de merecida justicia, obtenida por propia mano.

Si el discurso de Trump revela su "aporofobia" (hostilidad o rechazo a la pobreza), el de AMLO revela su "plutofobia" (miedo enfermizo o rechazo irracional a la riqueza).

La aporofobia (término acuñado por la filósofa española Adela Cortina) es lo que alimenta el rechazo a inmigrantes y refugiados, a quienes en realidad no se les rechaza por extranjeros, sino por pobres. Prueba de ello es que a nadie le molesta, por ejemplo, que un jeque árabe se instale en un determinado país o que se facilite la residencia a un futbolista famoso.

La diferencia social entre aporofobia y xenofobia o racismo es que la primera no discrimina ni margina a personas inmigrantes o a miembros de otras etnias o razas cuando éstas tienen suficientes recursos económicos y/o relevancia social y mediática. Por eso Trump más que racista o xenófobo, es aporófobo.

La plutofobia, por su parte, se refiere a un intenso e irracional miedo o rechazo al dinero, a la riqueza, a los ricos. Quienes padecen plutofobia evitan a toda costa el dinero en exceso, a las personas adineradas e incluso rechazan cualquier oportunidad de alcanzar el éxito.

Esto explica en buena medida por qué AMLO cancela irracionalmente un aeropuerto de primer mundo, reduce salarios, no asiste a reuniones del G-20 (grupo que representa nada menos que el 85 por ciento del Producto Bruto mundial), llama despectivamente "fifís" y carece de empatía hacia todos los que tienen o aspiran a tener riquezas y éxitos más allá de la medianía, etcétera.

Por otro lado, debemos reconocer que buena parte de los mexicanos más privilegiados sufren de la misma aporofobia de Trump, pues aceptan y se relacionan con personas de razas, etnias o clases sociales diferentes sólo cuando éstas tienen suficiente dinero o fama.

Los problemas de nuestra época más que económicos son mentales o morales. Sufrimos una especie de demencia social.

Antes todos teníamos menos y convivíamos más. Hoy es al revés. La solidaridad y las afinidades se transformaron en miedos, rechazos, odios y satanización de los ricos.