Oportunidad perdida

"Las oportunidades se multiplican cuando las tomas".

Sun Tzu
 
 
México tiene una envidiable oportunidad. Ante las medidas proteccionistas contra China impuestas por el Presidente estadounidense Donald Trump, que no han sido retiradas por Joe Biden, las inversiones en China para surtir el mercado norteamericano se realizan en un ambiente de incertidumbre.

Esto genera oportunidades de near-shoring, esto es, para traer inversiones a un país más cercano como México. El problema es cuando México genera más dudas que China.

Un artículo de Mary Anastasia O'Grady, columnista del Wall Street Journal, el periódico con más influencia entre los inversionistas estadounidenses, advierte sobre las amenazas del Presidente López Obrador de "encarcelar a sus oponentes políticos y procesar a los inversionistas que no estén de acuerdo con su agenda energética".

O'Grady equipara estas amenazas a las que lanza Vladimir Putin en Rusia y señala que las acciones legales que emprenda el Gobierno mexicano contra los empresarios pueden llevar a años de litigios e incluso a prisión preventiva para quienes han invertido en México.

La inversión extranjera directa en nuestro País ha bajado en los últimos años. En 2018 representó 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto y bajó a 2.1 en 2019, aunque repuntó a 2.9 en 2020, según cifras del Banco Mundial, que registran los flujos netos reales.

Los datos de la Secretaría de Economía, que corresponden a registros que no siempre se concretan, muestran que los inversionistas comprometieron en 2021 un monto de 31 mil 621.2 millones de dólares, lo cual representa un avance de 8.76 por ciento sobre los 29 mil 079.4 millones de 2020, pero 3.95 por ciento menos que los 32 mil 921.2 millones de dólares de 2019.

El atractivo de México como destino de inversión es producto directamente de la ratificación del tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá, ahora en la forma del T-MEC, ya que mucha de la inversión en México busca generar exportaciones para el mayor mercado del mundo.

Varias de las medidas que ha tomado el Gobierno en los últimos años, sin embargo, han vuelto menos atractivo a nuestro País. La suspensión de las subastas para inversión en hidrocarburos, por ejemplo, ha hecho que desaparezca el interés de las empresas petroleras.

La nueva Ley de la Industria Eléctrica, aunque no fue respaldada por una reforma constitucional, no sólo detuvo las nuevas inversiones privadas en electricidad, sino que amenaza ahora a las que se hicieron en el pasado.

Por lo pronto, México ha salido, desde hace tres años, del grupo de los 25 países más atractivos del mundo para la inversión internacional que compila la consultora Kearney.