1. ¿Por qué importa que la UAT brille en la ExpoCiencias Nacional?
Porque no es un evento menor. La ExpoCiencias Nacional es el escaparate más relevante de ciencia y tecnología para jóvenes en México. Reúne a las mentes emergentes que, dentro de unos años, estarán creando empresas, liderando laboratorios o resolviendo problemas públicos.
Y ahí, en la edición 2025 celebrada en Tampico, la UAT no fue invitada de honor… fue protagonista.
El rector Dámaso Anaya dejó claro que la presencia universitaria no es decorativa: es estratégica. La UAT participó de manera integral en lo académico, lo científico, lo cultural y lo formativo, demostrando que su proyecto institucional no se limita a aulas o laboratorios, sino que se proyecta al país.
2. El músculo académico: el cuerpo de evaluadores más grande del país
Entre los varios datos que revelan la magnitud de la aportación universitaria, uno destaca: 148 docentes de 12 facultades y unidades académicas integran el cuerpo de evaluadores del certamen.
Esto no solo habla de capacidad técnica; habla de prestigio.
Las instituciones no invitan a evaluar 500 proyectos nacionales a cualquiera: buscan experiencia, criterio, solidez metodológica.
La UAT puso sobre la mesa un grupo académico robusto, multidisciplinario y capaz de revisar trabajos provenientes de todo México y delegaciones internacionales.
3. El talento estudiantil que escala a la fase nacional
La aportación no vino solo de los docentes. La UAT también llevó proyectos estudiantiles que avanzaron a la fase nacional, además de asesorar iniciativas de los clubes de ciencias infantil y juvenil.
Esto evidencia un modelo educativo que no se conforma con aprobar materias: fomenta vocaciones científicas tempranas, impulsa creatividad, acompaña procesos y convierte ideas en prototipos, investigaciones o soluciones con potencial real.
En otras palabras, la UAT compite, aporta y forma al mismo tiempo.
4. Ciencia, sí… pero también identidad cultural
Un detalle que suele pasarse por alto —y que dice muchísimo de la visión institucional— es la participación de la Facultad de Música y Artes con presentaciones de danza, mariachi y huapangueros.
Es fácil pensar que la ciencia y la cultura viajan en carriles distintos.
La UAT demostró lo contrario: la innovación necesita raíces, y las raíces se fortalecen con arte, tradición e identidad.
Esta presencia cultural no fue un “extra”, sino un recordatorio de que Tamaulipas también se expresa, se escucha y se siente en cada escenario donde participa.
5. Una universidad que articula alianzas y piensa el futuro
El rector Dámaso Anaya subrayó algo fundamental: el compromiso permanente de colaborar con el Gobierno del Estado, dependencias federales y el sector productivo.
Eso significa que la ciencia de la UAT no vive encerrada en campus; se pone al servicio de necesidades prioritarias de Tamaulipas y del país.
Infraestructura, laboratorios, investigadores, tecnología especializada… la UAT está integrando su capacidad institucional en proyectos que resuelven problemas reales.
Ese es el sello de esta etapa: una universidad que crece, que lidera, que escucha, que colabora y que asume su papel en la formación de las nuevas generaciones con vocación innovadora y sensibilidad social.
La UAT no solo asistió a la ExpoCiencias Nacional 2025; la elevó.
Con presencia académica, científica y cultural, la institución mostró que la educación superior en Tamaulipas no está para participar: está para marcar rumbo.
Y bajo la rectoría de Dámaso Anaya, ese rumbo ya está claro: una universidad que impulsa talento, construye comunidad y convierte el conocimiento en motor del desarrollo regional.
