La razón de la sinrazón

Ya llegué a la conclusión de que el señor presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, tiene razón. No hay que usar cubrebocas. Si él no lo usa, ¿por qué hemos de usarlo nosotros? Él debe tener razón, porque invariablemente la tiene, lo que queda demostrado en sus mañaneras. Él lo sabe todo; no tiene dudas, no tiene momentos de indecisión, es infalible. Yo ya no voy a usar cubrebocas todo el tiempo. Ya me convencieron tanto él como su mano derecha, en lo que se refiere a la ciencia infusa, Hugo López-Gatell. Les asiste la razón, ¿para qué ponerse ese bozal que no permite respirar? Siente una que se asfixia, hay que ajustarlo a cada rato, se ensucia muy rápidamente e impide hablar bien.

¡Es una lata! Parece un instrumento de la Edad Media. El Presidente acierta al mantenerse firme en su decisión de servir como ejemplo. Él es muy macho; así me gusta de ¡entero e inconmovible! Él no le tiene miedo a nada ni a nadie. ¿Qué le va a hacer un miserable virus, que es menos que una bacteria? ¿Qué le van a hacer unas pobres gotículas? O ¿qué le va a hacer una ridícula pandemia? Le harían lo que el viento a Juárez.

Así me gusta AMLO por entrón y por valiente. ¡¡¡Ese es mi Presidente!!! De alguna manera me recuerda a Hércules, el de los doce trabajos, entre ellos, el de limpiar el excremento (la corrupción) de los establos de Augías. A López Obrador le valen las críticas por no usar ese trapo; él, como presidente de la República, sabe lo que hace. Ni modo que sea un irresponsable y un machín, si tantos mexicanos votaron por él. Además, ¿por qué hay tantas personas y organizaciones que se atreven a juzgarlo? ¿Qué no se han dado cuenta de que él, Andrés Manuel López Obrador, no se puede equivocar? El que no lleve mascarilla quiere decir que es congruente con su conducta de toda la vida, por eso ha llegado a donde ha llegado. ¿Qué no se han dado cuenta los que lo critican que él es omnímodo, omnipotente y omnisciente? Él es como es, siempre fiel a sus ideas, a sus propósitos y a sus creencias. Ni un paso para atrás.

El ejemplo que el Presidente pone al no usar la mascarilla es un mensaje de libertad y democracia. Como él mismo lo ha dicho una y otra vez: "No quiero yo entrar en polémica sobre este tema (cubrebocas), si se considera que con esto ayuda, entonces lo haría, desde luego, pero no es un asunto que esté científicamente demostrado". ¡Qué entereza, qué valor le concede a la ciencia! ¡Es un genio! Por eso tanta gente lo admira y sigue su ejemplo. Cuando veo mercados abarrotados de gente sin cubrebocas, parques, centros comerciales, iglesias y fiestas, me digo: "¡Son libres! Saben vivir el momento y siguen el ejemplo de su Presidente. ¡Bravo, qué pueblo tan sabio!". Como bien dice el Presidente, él usará cubrebocas cuando se acabe la corrupción. Y esto puede suceder en cualquier momento, es más, este mismo año, antes de que llegue la vacuna.

Lo más llamativo de todo es que otros líderes políticos de países muy poderosos han seguido su ejemplo: allí está su amigo Donald Trump; el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y Vladimir Putin, presidente de Rusia; todos ellos odian ponerse el cubrebocas. Por ello, me pregunto ¿por qué son países líderes en el número de contagios y de decesos? Seguramente se debe a la prensa alarmista, conservadora y neoliberal. ¡Qué bien friegan esos periodistas vividores del chayote!

Además, AMLO tiene otras cosas más importantes en que pensar: las elecciones del 2021, el caso Lozoya y el de García Luna, el avión presidencial y, por supuesto, el aeropuerto, Dos Bocas y el Tren Maya. ¿Por qué va a estar pensando en el aplanamiento de la curva, las vacunas contra el famoso coronavirus, el número de contagios, de muertes y la falta de recursos y personal especializado en los hospitales? Él sí que conoce de prioridades, lo que es urgente y lo que no.

Dejémonos de tiquismiquis, de escrúpulos vanos y de absurdas recomendaciones científicas y sigamos el patriótico ejemplo de nuestro mandatario tan conocedor de la condición humana. Aplaudamos a los que aplauden a nuestro Presidente, a los que son libres y auténticos. No tengamos miedo de ejercer nuestro derecho a la sinrazón. ¡Viva Andrés Manuel López Obrador, viva la 4T y viva México!