IETAM (7)

Tuve un visitante distinguido durante la elección de 1995.

Platicamos muchas veces en mi cubículo sobre el proceso electoral.

ENRIQUE ETIENNE PÉREZ DEL RÍO, cargaba siempre el Código Electoral en sus visitas, llevando alguna observación sobre su contenido.

Obsesivo, había revisado el Código minuciosamente para evitar que le saltara la liebre durante la elección municipal de Victoria.

Siempre dejó tarea para comentar, durante las reuniones que los Consejeros teníamos diariamente, en la oficina de JAVIER DE LOS SANTOS FRAGA.

No tuvo mayor problema: sacó limpiamente las dos elecciones municipales que le tocó dirigir: 1995 y 1998.

La Presidencia del IEETAM lo esperaba en el 2000.

A propósito de la Presidencia, agrego un dato a lo ya comentado, que sucedió en la oficina de JUAN ALONSO CAMARILLO.

FRANCISCO ARELLANO CONDE, fue quien propuso la terna de Consejeros para elegir al Presidente del IEETAM, cuando nos encontrábamos reunidos en la oficina de la Gran Comisión, esperando el desenlace de la sesión.

ALBERTO RHI SAUSI GALINDO, RENE CASTILLO DE LA CRUZ y JAVIER DE LOS SANTOS FRAGA, fueron los nombres escritos en una tarjeta, que viajó hasta el Recinto Legislativo y aterrizó en la Mesa Directiva.

MARTÍN CORONADO ALVARADO, leyó la propuesta como Secretario de la Mesa Directiva.

ARGELIO HINOJOSA SÁCHEZ, hace la pinza y se levanta de su curul para proponer a JAVIER DE LOS SANTOS FRAGA.

MARICELA LÓPEZ RAMOS la someta a la consideración del Pleno.

JAVIER DE LOS SANTOS FRAGA es aprobado por unanimidad.

Recuerdo que ya iniciado el proceso, fuimos a conocer el edificio ubicado en el 13 Morelos, que una institución bancaria había desocupado.

OSCAR ARREOLA LOPERENA, fue el arquitecto encargado de realizar las adecuaciones para dejarlo funcional a las necesidades del IEETAM.

En la planta baja quedarían los cubículos de los seis Consejeros y la Sala de Sesiones, y en el segundo piso la Junta Estatal, el Secretario y la oficina del Consejero Presidente. 

RENÉ CASTILLO DE LA CRUZ tuvo un cubículo a prueba de robos: ocupó el espacio impenetrable de la bóveda bancaria. 

ALBERTO RHI SAUSI GALINDO ocupó el primer cubículo de la entrada por el 13 Morelos y yo el último.

ARMANDO AMÍN RODRÍGUEZ estaba enseguida del prestigiado galeno.

NAZARIO ASSAD ASSAD ocupó el tercer cubículo.

FRANCISCO ARELLANO CONDE tuvo su oficina en el cuarto y fue mi vecino durante nuestro paso por el IEETAM.

Antes de cambiarnos ya habíamos estado con el Gobernador.

Decidimos asistir a su oficina después de varios días de reflexión.

Finalmente imperó la cortesía política.

Lo cortés no quitaría lo ciudadano al CEE del IEETAM.

Allá vamos los siete Consejeros al tercer piso de Palacio de Gobierno, donde nos pasaron a una sala de juntas a la que llegaría el mandatario.

MANUEL CAVAZOS LERMA apareció por la puerta, ocupó la cabecera de la mesa y los Consejeros quedamos distribuidos a su diestra y siniestra.

Cada uno tendría su espacio para exponer su misión como Consejero. 

El Gobernador volteó a ver al neurólogo y al periodista: ¿Ustedes no van a intervenir? Lo hicimos a sabiendas de la respuesta que tendríamos.

ALBERTO RHI SAUSI GALINDO y yo, éramos lectores frecuentes de ORTÍZ PINCHETTI, WOLDENBERG, GRANADOS CHAPA y CREEL MIRANDA, los Consejeros Ciudadanos más picudos que tuvo el IFE entre 1994 y 1996.

Destacamos la importancia que tenía la ciudadanización de la autoridad electoral, para la transición a la democracia que México había iniciado y de la cual no podía quedar exenta Tamaulipas.

Con sus dedos haciendo el candado de la pirámide, el mandatario escuchó las intervenciones de los dos Consejeros.

Vino enseguida el exabrupto del mandatario.

Palabras más, palabras menos, descalificó toda mención a la democracia.

Son telarañas mentales, dijo refiriéndose a los speeches escuchados.

Terminada la reunión, aquella tarde los siete Consejeros cruzamos la Plaza Juárez para comer en el Casino Victorense.

El regaño confirmó el pronóstico

MANUEL CAVAZOS LERMA no digería el nacimiento del IEETAM.

No quería perder el control de las elecciones.

Así inició el cambio democrático en Tamaulipas.

A empellones, trompicado.

No hubo fotografía oficial de aquella reunión con el Gobernador.

Hubiera retratado el malestar que causaba el nuevo paradigma.