Apoyemos

Nuestros médicos y enfermeras cargarán ahora la responsabilidad de atender a los enfermos graves de coronavirus, sin descuidar a sus otros pacientes. Yo estudié medicina durante un año. Por ese breve paso por la UNAM sé cuán difícil es dedicar tu vida a salvar la de otros. Es una profesión de alto sacrificio personal y familiar. Igual en el caso de la enfermería. Tenemos como nunca que apoyarlos.

Muchos hospitales públicos estaban saturados y les faltaban medicamentos e insumos antes de esta crisis. Contra la promesa de AMLO de tener un sistema de salud "como en Dinamarca", ahora tenemos uno con mayores carencias. Culpará al pasado y a la transición, pero una de las razones para no transitar sin planeación es que nunca se sabe cuándo llega una emergencia, y la de ahora es colosal. La principal razón de estar aislados en nuestras casas es para disminuir los contagios y evitar el colapso del sistema de salud.

Hay que darle al personal médico el equipamiento adecuado. En los últimos días hubo varias protestas de personal médico por falta de condiciones adecuadas en Coahuila, Edomex, CDMX, Tabasco, Puebla y Veracruz. Sus demandas deben ser atendidas a la brevedad. Es increíble que, con tres meses para preparar la llegada de este momento, falten elementos básicos de protección del personal de salud. Un hospital público en Monclova, Coahuila, tenía, a mediados de la semana, 21 infectados y 1 muerto entre su personal médico. Esto en un estado donde el número oficial de casos positivos entonces era de 57 y 2 fallecidos.

Hay que buscar una partida presupuestal extraordinaria para compensar al personal de las horas extras que dedicarán. No basta con pedirles que "nos entreguemos a esta causa noble de salvar vidas", como dijo AMLO, usando curiosamente el plural, como si él fuera médico.

Debemos estar muy conscientes del valor de su tiempo. Ir al médico sólo si es indispensable. En la angustia es común inventar síntomas. ¿Cuántas veces ha jurado estar contagiado? Yo, varias.

Ya hay casos de agresiones a enfermeras uniformadas por supuestamente ser un foco de contagio. El pueblo no siempre es tan sabio ni tan bueno. Ayudaría un liderazgo claro y una campaña de apoyo masiva en medios de comunicación al personal de salud.

Vendrán muchas más reacciones negativas, como la de unos 150 pobladores del municipio de Axochiapan, Morelos, que amenazaron con quemar el Hospital General tras el anuncio de las autoridades de que sería reconvertido para atender casos de coronavirus. Si el gobierno hiciera una consulta para ver si los pobladores alrededor de un hospital aceptan su reconversión para concentrar pacientes con Covid-19, no se instala uno.

Es momento de que todos hagamos nuestra parte y apoyemos a quienes se arriesgan en la línea de fuego. Los más evidentes son el personal de salud, pero también todos quienes deben seguir laborando, desde policías y Ejército, hasta quienes nos abastecen de alimentos.

AMLO ha pedido una tregua política, algo innecesario cuando se tiene tan poca oposición. En todo caso él debe dar el primer paso, dejar de polarizar y celebrar que esto nos vino "como anillo al dedo". Estoy seguro de que la gran mayoría de los mexicanos queremos tener un líder sensato y confiable en esta emergencia sanitaria.

Es muy importante que actúe con base en la recomendación de los expertos, incluidos los económicos. A él le toca decidir qué objetivos perseguir, pero debe asesorarse concienzudamente para llegar a ellos.

Debe gobernar con el ejemplo, respetando las reglas de distanciamiento social, evitando las giras. Guardarse en Palacio Nacional y coordinar las acciones del gobierno, que por la información que se tiene, están llenas de contradicciones, omisiones y pleitos internos. Cada error en el manejo de esta crisis se contará en vidas, desempleados e incremento en el número de pobres.