Andrés

Es bien sabido que "el padrote" utiliza el poder y el dinero para manejar, presionar y amenazar a las mujeres. En el caso de Andrés Roemer, más que beneficiarse con las ganancias económicas que obtiene de las mujeres, beneficia su ego, su machismo y su obsesión por seducir.

Por lo general, estos "seductores" no son muy viriles, son feos, debiluchos y son particularmente "rolleros", no en balde se dice: "rollo mata carita".

Quién nos iba a decir que un académico, profesor, galardonado en muy buenas universidades, "cofundador, junto al magnate Ricardo Salinas -cuya amistad enarbolaba ante las víctimas-, del Festival de la Ciudad de las Ideas, un semillero de proyectos para mentes brillantes", finalmente resultó ser un cínico que se aprovecha de su puesto en TV Azteca, y de sus múltiples relaciones VIP para atraer a sus víctimas generalmente jóvenes, guapas e inteligentes y que por añadidura trabajan o intentan trabajar en la empresa TV Azteca.

Una pensaría que esto no es nada nuevo, que sucede constantemente. Ése es justamente el problema, que no es nada nuevo, que sucede constantemente y que no se hace nada para evitarlo. Es más, quienes más peligro tienen de caer en descrédito son las propias víctimas.

Es obvio que la empresa, que de suyo carga con un terrible desprestigio, va a apoyar al susodicho y va a enterrar, a esconder, tapar, desmentir, ocultar y minimizar todos los testimonios que hay, que hubo y habrá en el caso Roemer.

"Nadie en esta empresa apoyará a Itzel Schnaas", ha de ser la consigna entre los lambiscones de Salinas Pliego. Claro, nadie quiere perder su preciada "chamba", sobre todo en estos momentos.

Hay que decir, sin embargo, que ya existía una investigación, en la Unidad de Género de Grupo Salinas, encabezada por Jacqueline L'Hoist, quien determinara en diciembre del 2020 que el escritor "es un violentador sexual patológico que atenta contra las mujeres". (REFORMA).

Después de leer el espléndido reportaje de Carmen Morán Breña del diario El País titulado "En la guarida de Andrés Roemer: Tres víctimas relatan los abusos sexuales del comunicador" -"Los casos que implican al divulgador, diplomático y filántropo mexicano están estallando en las redes sociales. Todos comparten el mismo patrón: chantaje, poder y citas en el sótano de la casa"- no pude más que indignarme y enfurecerme porque ingenuamente pensaba que Roemer era de lo mejorcito que tenía TV Azteca, cuando en realidad se trata de un "depredador sexual", el mismo que se justifica, se azota, se arrepiente, jura y perjura, e incluso hasta llora, después de estas denuncias.

"Nunca había vivido un dolor tan grande... Ahora te linchan igual si echas un piropo que si descuartizas a una persona... Es importante no hacerles a los demás lo que no quieren que les hagan", dice muerto de miedo a sabiendas que su prestigio ya está por los suelos. En seguida, pide perdón a sus víctimas y atribuye su comportamiento a un "patriarcado mal manejado".

Lo que no logra entender este acosador hipócrita es que después de masajear las piernas, de aventarles dinero para que se compren un vestido o una faldita y se la pongan en la próxima cita que él tenga con ellas, sus víctimas se sienten moralmente "des-cuar-ti-za-das", como se sintió Ortiz, una de sus víctimas.

Así lo narra a la reportera de El País: "Llegó a casa con una tonelada de culpa. Se indujo el vómito, se bañó y tiró el vestido manchado a la basura. Nunca lloró, nunca se lo contó a nadie hasta años después a su hermana. Sólo pidió a su jefa que no le mandara más a entrevistar a ese señor, sin detalles y ella accedió. La culpa no la abandonaba. '¿Cómo pude caer en su juego, por qué me puse ese vestido? Pensé que igual él tenía razón para pensar que yo buscaba otra cosa. No sentía coraje contra él, sino contra mí', se sorprende todavía. 'Aquella noche, le pedí que respetara a su esposa en lugar de pedir respeto para mí. Yo tenía toda la culpa incluso llegué a pensar que había sido una relación consensuada de tanto que me culpé'".

En efecto, Roemer "des-cuar-ti-zó" la autoestima de Ortiz. Una vez más este galán de pacotilla había usado su poder y su dinero para hacerla sentir culpable.

Al escribir lo anterior, no puedo dejar de comparar a Roemer con Félix Salgado Macedonio, candidato por Morena para Gobernador de Guerrero. Este último naturalmente no fue a Harvard, ni a la escuela de Gobierno John F. Kennedy como Roemer, pero es igual de padrote, también él usa su poder, su dinero y sus relaciones para violar y degradar a las mujeres.