AMOR IGUALITARIO 

"¿Por qué deberíamos impedir que se case una pareja que se ama solo por ser gay?".

Ivette Cooper
 
 
Las resistencias han sido muy grandes, pero poco a poco se han vencido. Durante 13 años se ha venido impulsando el "matrimonio igualitario" en Yucatán. Ahora ya es realidad.

El artículo 94 de la Constitución yucateca señalaba hasta hace poco: "El matrimonio es una institución por medio de la cual se establece la unión jurídica de un hombre y una mujer".

El 25 de agosto de 2021 el Congreso de Yucatán enmendó, con 20 votos a favor y cinco en contra, este artículo para decir: "El matrimonio es una institución por medio del cual (sic) se establece la unión jurídica libre y voluntaria de dos personas".

"Todos los derechos para todas las personas", celebró el presidente de la Suprema Corte Arturo Zaldívar.

Pasaron meses, sin embargo, para que se modificaran el Código de Familia y la Ley del Registro Civil. El 1 de marzo de este 2022, finalmente, fueron enmendadas y se hizo plenamente legal en Yucatán el matrimonio sin cumplir ningún requisito de género.

En México ya son 26 las entidades que reconocen el matrimonio igualitario. La aprobación, sin embargo, no se ha extendido todavía a todo el País, a pesar de que hay jurisprudencia de la Suprema Corte que señala que las autoridades locales no pueden discriminar por género en los requisitos para matrimonios.

Ésa es la razón por la que en muchos lugares del País las parejas del mismo sexo han tenido que tramitar amparos para casarse. México es el único país de Norteamérica en que el matrimonio igualitario no es legal a nivel nacional.

Los argumentos contra el matrimonio igualitario se basan en la religión, la historia y la etimología. Nos dicen quienes se oponen que Dios ordenó que el matrimonio fuera solamente entre hombre y mujer; que a lo largo de la historia solo hombres y mujeres se han casado; o que el término proviene del latín mater, matris, que significa mujer.

En un Estado laico, sin embargo, ninguna interpretación de un dogma religioso puede usarse como excusa para limitar los derechos individuales; el que una práctica haya sido aceptada en la historia, por otra parte, no la hace justa ni aceptable, como es el caso de la esclavitud; la etimología, finalmente, nos explica el origen de las palabras, pero no obliga a mantener una interpretación legal cuando la sociedad cambia.

Es curioso que los gays reivindiquen hoy el matrimonio cuando la sociedad se ha venido apartando de este contrato legal. Tienen, sin embargo, derecho a hacerlo.

Cualquier persona debe ser libre de buscar la felicidad de la manera en que quiera o pueda, siempre y cuando no dañe a terceros. Y el amor es la mejor forma de hacerlo: "Mantén el amor en tu corazón", escribió Oscar Wilde. "Una vida sin él es como un jardín sin sol cuando las flores están muertas".