Los violentos deben seguir siendo prioridad

El miedo desatado por la delincuencia y la irritación y decepción social generadas por la ineptitud y la insensibilidad mostrada frente al fenómeno por los gobiernos priistas, sobre todo los últimos tres, fueron la llave que abrieron la puerta a la alternancia política en Tamaulipas el cinco de junio del 2016.
La sociedad tamaulipeca estaba ansiosa, urgida, de resultados, y por eso no dudó en aceptar la oferta del entonces candidato del PAN a la gubernatura, Francisco García Cabeza de Vaca.
La historia ya es conocida por todos: la victoria panista fue aplastante y, con ello, el PRI tuvo que salir por la puerta trasera del Palacio de Gobierno luego de habitar esa casona del poder desde hace más de 80 años.
Luego entonces, para los panistas les queda claro que, el hastío y el coraje ciudadano por tanta ineptitud gubernamental frente a una inseguridad pública, que cada día iba creciendo más, fueron el fiel que ladeo a su favor la balanza electoral.
Pero igual de claro deben tener que, lo mismo les puede suceder cuando se llegue de nuevo el momento de preguntarles a los tamaulipecos quien quiere que los gobierne.
Seguramente por eso, la prioridad para la administración que encabeza Francisco García Cabeza de Vaca, lo ha sido y sigue siendo el combate a la inseguridad pública.
Así lo dejó claro el mandatario al rendir su primer informe de trabajo el pasado viernes.
La mayor parte del contenido del documento estuvo dirigido a reseñar y destacar las acciones que ha emprendido el Gobierno y los resultados obtenidos en el combate “a los violentos”, como define el gobernador a la delincuencia que trafica drogas, secuestra, ejecuta y extorsiona.
“No habrá tregua contra los violentos”, dijo, para luego reiterar su convencimiento y decisión de que su Gobierno logrará pacificar a Tamaulipas.
Cabeza de Vaca también resaltó los logros de su gobierno en el primer año de ejercicio. Por ejemplo, en la medición  sobre el tema de la paz social, explico que Tamaulipas avanzó siete escalones en el ranking nacional en comparación con la ubicación que tenía en 2016, lo cual es resultado de las acciones contra la delincuencia.
Habló también de los esfuerzos de su administración para debilitar las fuentes de financiamiento de la delincuencia. El cierre de 29 casinos es un ejemplo.
En referencia a ello, soy uno de los convencidos de que el gobierno cabecista está haciendo genuinos (porque en el pasado solo los simulaban) esfuerzos por combatir la inseguridad pública.
Es verdad, los episodios violentos, con asesinatos, secuestros y extorsiones, siguen alcanzando incidencias preocupantes, pero también es cierto que vemos a un Gobierno estatal echado al frente, lo cual se refleja en los frecuentes enfrentamientos de la Policía Estatal con los grupos delincuenciales, y los constantes arrestos de maleantes que realiza la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Tan sólo eso es un gran avance porque,  el Estado ha dejado atrás su actitud de brazos cruzados y el discurso falso del "no pasa nada", que tanto se repitió en anteriores administraciones.
Las políticas públicas de un Gobierno deben estar enfocadas en diferentes rubros, pero en lo personal creo que el esfuerzo se debe seguir concentrando en el ataque a la inseguridad pública. Esa ha sido, es y debe seguir siendo la prioridad de prioridades. Es un reclamo social.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com