Aquí, como invocó Almaraz: se fue la luz y hay oscuridad
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La vida aquí no es fácil, porque los zancudos acosan a todas horas; las calles rodeadas de maleza están sin pavimentar y por las noches la oscuridad por las deficiencias del alumbrado público obligan a las familias a "guardarse".
Son las Colonias Barrio de Pajaritos y Área de Pajaritos, territorios olvidados de Victoria casi desde el momento de nacer. Antes que se construyera el Parque Bicentenario, las familias ya estaban ahí.
Nada ha cambiado desde entonces porque sus calles siguen sin pavimentar, las áreas verdes utilizadas como campos de fútbol, enmontadas, a pesar que todas las tardes acuden niños y jóvenes en busca de recreación
CALLE REPÚBLICA DE CHILE
EN PENUMBRAS
En la calle República de Chile se cumple al pie de la letra la ya nacionalmente frase del alcalde de Victoria, Óscar Almaraz: “¡Que se vaya la luz y que regrese la oscuridad!”.
Y es que es imposible transitarla por las noches: no funcionan las luminarias desde hace mucho tiempo, la gente prefiere no salir a la tienda y resguardarse temprano.
El señor Flores, que llegó a vivir al Área de Pajaritos, denunció el mal estado de las tomas de agua y las zanjas que dejan los empleados de COMAPA.
"Son cuatro tomas de agua las que siempre fallan, no sé si será el material deficiente, acaban de venir a arreglar una de las tomas y dejan el montón de tierra”, comenta.
El agua estancada está por la Calle República de Chile, el olor desagradable no se hace esperar.
"Aquí está mal todo, nadie nos ayuda, necesitamos alguien que nos apoye a solucionar todos los problemas que tenemos”.
“Desde los zancudos que están enfermando a la gente y las calles sin pavimentar, a veces me arrepiento de vivir aquí”, dice el Señor Flores.
CALLE GOLONDRINA: HAY RATAS, SERPIENTES Y ARAÑAS
Debido al abandono de solares y casas habitación, animales ponzoñosos son un amenaza para las personas.
"A mí ya me picó una araña y la dueña (del solar) vino a limpiar, pero otra vez está el monte bien alto”.
“La gente viene a tirar basura y por las noches se escucha el ruido que hacen las víboras, me da miedo que se metan a la casa”, dice la Señora Angélica, que vive al lado de un terreno baldío.
Por si fuera poco el agua que sale de las llaves está sucia por las mañanas.
"Hasta una lombriz salió, ya no se puede tomar esa agua, hay que comprar de botellón y se tiene que gastar uno mucho dinero, dinero que no tenemos”, dice con enojo.
Así las cosas en las Colonias Barrio y Área de Pajaritos, donde se necesitan el apoyo de cuadrillas de limpieza; y por supuesto la
pavimentación de calles en este asentamiento.
