Somos "patrones” muy tibios 

Los informes que rinden cada año los alcaldes y legisladores deberían ser, en teoría, rigurosos ejercicios de rendición de cuentas ante una sociedad que, se supone, es su “patrón”.
Eso es así porque, la teoría Constitucional dice que los Gobernantes son mandatarios, y nosotros, los ciudadanos, sus mandantes.
Es decir, los alcaldes están en el cargo para cumplimentar lo que nosotros, como integrantes de una sociedad, les delegamos cuando votamos en las urnas para que llegaran hasta donde están.
Dicho de modo más claro: los alcaldes son, en teoría, nuestros empleados, aunque muchos de ellos, por no decir que todos, no lo entienden así.
Y tan no lo entienden que han distorsionado por completo el propósito de los informes, porque en vez de un acto para rendirle cuentas a la ciudadanía lo han convertido en una oportunidad para el lucimiento personal o para activar el aplausómetro.
Además, a los informes casi siempre invitan a los amigos o familiares, y a uno que otro ciudadano que saben que les va a ir a aplaudir y no a criticar.
Es decir, la sociedad es la última que se entera del informe y menos de su contenido.
Y por las mismas andan muchos de los legisladores. Desde luego hay sus excepciones que, por su experiencia o sus ganas de aprender, le entienden al tema parlamentario y ejercen a plenitud su tarea de creadores de las leyes y de gestores de soluciones a la problemática social.
No obstante, la gran mayoría deberían de sentir pena de organizar un informe porque, sencillamente no tienen nada que informar. Nunca han presentado una iniciativa o nunca han subido a tribuna para debatir, o ya por lo menos para leer efemérides.
En razón de todo ello, podemos concluir que los informes son simples pretextos para alimentar o inflar el ego de un alcalde o un diputado, pero nunca para detallarle a la ciudadanía lo que hicieron en ese año de trabajo.
Pero, ¿sabe qué es lo peor? Que la historia ha sido la misma y seguirá siéndolo porque nosotros, como sociedad, no hemos sido capaces de ejercer a plenitud esa calidad de “patrón”.
La situación es así porque somos “patrones” muy tibios, tolerantes o “valemadristas”. Por decirlo más claro: como patrones no la “hacemos”.
Les hemos dejado las manos libres a los “empleados” y estos se han despachado con la “cuchara grande”, haciendo lo que quieren con los presupuestos que les hemos confiado.
Entonces, mientras como ciudadanos no seamos capaces de exigir una auténtica rendición de cuentas, esos servidores públicos nos seguirán jugando el dedo en la boca con informes que,  nos pintan un paraíso cuando en la realidad lo que tenemos es un infierno, con ciudades en manos de la delincuencia y con tremendos rezagos en servicios públicos.

EL RESTO

El gobernador Francisco García Cabeza de Vaca entregó ayer 70 patrullas y uniformes a la nueva Policía Estatal de Auxilio Carretero.
Frente a la situación de inseguridad pública que nos aqueja como entidad, igual que a la mayor parte del territorio nacional, sin duda es un gran acierto crear una corporación policial que garantice seguridad a quienes transitan por las carreteras.
Injusto sería no destacar este tipo de esfuerzos institucionales para atender uno de los más importantes reclamos sociales, como es el de la seguridad en las vías terrestres.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com