¿Salvador o sepulturero?

El Partido Revolucionario Institucional, (PRI), en Tamaulipas, respondió a las expectativas: eligió a su Presidente estatal en un proceso democrático. Por primera vez no hubo “dedazo”.
Dentro de ese contexto, 256 de los 448 Consejeros que asistieron, el pasado sábado, a la Asamblea del Consejo Político Estatal, votaron para que Sergio Guajardo Maldonado sea su Presidente Estatal.
Otros 181 respaldaron la candidatura del reynosense, Óscar Luebbert Gutiérrez.
A lo largo de las últimas semanas surgieron muchas versiones que hablaban de la compra del voto de los Consejeros o incluso de presiones para que respaldaran a uno u otro de los aspirantes. Imposible confirmarlo porque ese tipo de arreglos se dan en completa secrecía, pero, si esas y otras prácticas existieron no hay porque asombrarse. Es parte del juego democrático.
Al final, lo que cuenta es que los Consejeros votaron por quien quisieron, por quien más les convenció. Nadie estuvo ahí con ellos en la mampara para verificar que tacharan la boleta por el candidato que se les indico, si es que tuvieron una indicación.
Por eso,  el nuevo Presidente estatal del partido surgió de una votación dividida, lo cual definitivamente es sano porque se rompió con esa vieja costumbre priista de atender una “línea” para elegir a quien se les ordenaba.
El viernes le decía aquí mismo que si las cosas se daban como se dieron éste sábado, con una elección reñida, el PRI tamaulipeco saldría fortalecido. Hoy insisto en que si los priistas saben capitalizar los resultados tienen enfrente una oportunidad para llegar bien posicionados a la elección del 2018, la federal y la local.
Lograrlo dependerá mucho de la habilidad que muestre Guajardo Maldonado.
De inicio, su prioridad de prioridades deberá ser sanar las heridas de aquellos que preferían que Luebbert fuera el Presidente del partido. Superado eso, deberá meter el acelerador para recomponer los Comités Municipales, porque luego de lo ocurrido el cinco de junio del 2016, solo existen en el papel.
Si lo logra, el PRI será un rival difícil de vencer.
Por todo ello habrá que estar muy atentos a la actividad  del nuevo líder priista. De lo que muestre en estos días o semanas sabremos si llegó al cargo para revivir al partido o solo para terminar de sepultarlo.
Usted que piensa: ¿Guajardo es el salvador del PRI o el sepulturero?

EL RESTO.

Es un verdadero espectáculo observar la pasarela en un evento priista como la reunión del Consejo Político Estatal.
Imposible no sonreír ante las ínfulas con las que llegan personajes como Antonio Martínez Torres, Bladimir Martínez y Manuel Cavazos Lerma.
Tampoco puede uno dejar de reír frente al protagonismo de muchos Consejeros, que nada tienen que presumir aunque ellos piensen lo contrario.
Bueno, hasta el delegado del CEN, José Murat, fue incapaz de sustraerse a esa tentación del protagonismo. Ahora resulta que hasta periodista es.
Creo que la única que se salva es la Secretaria General, Aída Zulema Flores Peña, quien nunca ha perdido su sencillez en su desempeño.

ASÍ ANDAN LAS COSAS
roger_rogelio@hotmail.com